Escuchamos a los supuestos profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, condicionar “la única forma para liberar la Plaza de la Revolución es que nos habiliten la plancha del zócalo”, esto a pesar de que el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera se comprometió a que “No volverán al zócalo de la ciudad de México… Son fechas importantes las que se aproximan y no creo que los maestros quieran entrar en conflicto directo con la ciudadanía”
Bueno desde luego no tendrían por qué llegar a un conflicto directo con la ciudadanía, porque quien tiene las facultades y los mecanismos para ejercer actos de autoridad, es precisamente el jefe de gobierno. Creo que Miguel Ángel Mancera se encuentra entre la espada y la pared. Es decir, si no hace nada, su imagen de gobernante que inicio muy fuerte, se va a debilitar más, pero si decide, aunque sea su facultad, utilizar la fuerza pública para evitar que los profesores se instalen y mejor busquen otras alternativas para manifestarse, lo van acusar de represor.
Ahora que pensándolo bien y por otro lado, Cuando Emilio Chuayffet, secretario de Educación Pública del Gobierno Federal, informa que en algunas escuelas no se ha permitido que funcionarios de la secretaría ingresen a realizar el censo de maestros, poniendo en riesgo la plaza de estos mentores, en virtud de que con la información del censo se conformará la nómina… Lo que no causó la menor preocupación entre quienes cobran sin trabajar y se dicen profesores, pues saben que no va a pasar nada. Así lo han demostrado una y otra vez.
Nosotros también, sabemos que no va a pasar absolutamente nada, que llegado el momento y ante la amenaza de los sedicentes maestros, sí les van a pagar, les van a dar sus aguinaldos, les van a dar bonos de productividad y en una de esas les van dar lo que pidan para que dejen la ciudad de México y regresen a sus estados a dar clases a los ya millones de niños a quienes les están pisoteando su derecho constitucional a educarse.
Las reuniones que los líderes de los profesores, sostienen en la Secretaría de Gobernación no han servido de nada porque a cada una de ellas corresponde una negativa. Entonces, si no hay punto de conciliación para que nos mienten de uno y otro lado, qué negocian, qué piden, si la reforma educativa no tiene vuelta de hoja pero a ellos les concesionan que en sus estados “de momento no se aplica”, algo no está bien, ¿así le conviene al gobierno? ¿los están utilizando como distractor? qué lio…