BALÓN CUADRADO/Agencias
Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México.- Patricio O’Ward, de 21 años, se convirtió ayer en el segundo mexicano en ganar una carrera de la IndyCar, en el circuito de Texas Motor Speedway. A bordo del monoplaza Arrow McLaren, el tricolor superó a los estadounidenses Josef Newgarden y Graham Rahal.
«Fue una gran y larga carrera, agradezco al equipo, cada uno ha hecho un gran trabajo. No podría estar más feliz», afirmó el término de la justa.
O’Ward tomó el liderato de la prueba con un espectacular adelantamiento interior al estadounidense Josef Newgarden (Penske) y ya no se bajó de la cabeza en las 23 vueltas que restaban para el final.
Newgarden llegó a 1,2443 segundos de O’Ward en la segunda posición y Graham Rahal (Rahal Letterman Lanigan) ocupó la tercera, mientras el español Alex Palou (Chip Ganassi Racing) concluyó en el séptimo lugar.
«¡Por fin!», gritó de alegría O’Ward, entrevistado en la cadena NBC.
Agregó, jubiloso:
«Fue una carrera muy larga. Todo el mundo en este equipo ha hecho un gran trabajo, no podría estar más contento por este grupo».
Cuarto en la clasificación por puntos el año pasado, O’Ward reconoció que no esperaba conseguir su primer trofeo en un circuito ovalado.
«Pero lo tomo», subrayó.
«Es Texas, así que está cerca de mi corazón. He vivido aquí durante muchos años. Muchos mexicanos estaban allí en la tribuna», añadió.
En el arranque de su segunda temporada completa en IndyCar, O’Ward ha presentado sus credenciales como competidor en un espectacular fin de semana de dos carreras seguidas en el circuito Texas Motor Speedway de Fort Worth.
El sábado, el piloto de Monterrey (norte de México) ya había quedado en tercera posición en la primera de las pruebas, que ganó el neozelandés Scott Dixon (Chip Ganassi Racing), seis veces ganador de IndyCar.
Dixon, que defiende el título logrado en 2020, había partido en la primera posición de la parrilla el domingo, pero no pudo subir al podio al concluir en la cuarta posición.
El neozelandés buscaba un triplete de triunfos consecutivos en Fort Worth, ya que también conquistó la carrera celebrada allí el año pasado.
«Enormes felicitaciones a Pato. Lo que hizo al final fue tremendo, especialmente por delante de uno de los mejores pilotos», le reconoció Dixon.
El cuarto puesto mantiene al neozelandés en la primera posición de la clasificación general, en la que O’Ward es ahora segundo, Palou tercero, Newgarden cuarto y Rahal quinto.
Carrera accidentada
El triunfo de O’Ward es también el primero para la escudería Arrow McLaren en la competición y el primero para Chevrolet con un auto que no sea del equipo Penske.
La carrera tuvo un inicio accidentado con una serie de colisiones en la primera curva que afectaron a seis autos en la parte trasera de la parrilla.
El brasileño Pietro Fittipaldi impactó por detrás al francés Sebastian Bourdais cuando los vehículos de la mitad de la parrilla cruzaban la línea de salida.
El auto del estadounidense Conor Daly terminó volcado pero pudo salir ileso del accidente.
«Estar boca abajo no es divertido», recalcó el piloto de Carlin. Aunque ningún competidor resultó herido de gravedad, la carrera también terminó pronto para Ed Jones, Alexander Rossi y Dalton Kellett.
La serie celebrará ahora dos carreras seguidas en Indianápolis, la primera de ellas el 15 de mayo y posteriormente las emblemáticas 500 Millas de Indianápolis el 30 de mayo.