El 8 de noviembre de 2013, más de 8.000 personas perdieron la vida y más de 5,9 millones de trabajadores se quedaron sin medios de subsistencia.
En el primer aniversario de Haiyan, diferentes organizaciones internacionales, desde la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), UNICEF o la Organización Internacional del Trabajo (OIT), informan que el progreso que se ha logrado en este tiempo es grande, si bien todavía quedan personas viviendo en una situación precaria.
José Luis Fernández, representante de la FAO en Filipinas, aseguró que la prioridad es reforzar la capacidad de los filipinos de ser autosuficientes. “Con un tercio del país dependiendo del sector agrícola para su supervivencia, es crucial conseguir que la gente se recupere lo antes posible y ayudarlos a reconstruir sus vidas”, dijo.
En cuestión de horas, el tifón, calificado como el peor desastre natural de la historia del país, arrasó 1,1 millones de toneladas de cosechas, 44 millones de cocoteros y 30.000 barcos pesqueros.
Gracias a la contribución internacional de 40 millones de dólares, la FAO y las autoridades locales ya han asistido a 150.000 familias agrícolas y pesqueras. A su vez, la OIT señala que más de 15.000 personas han recibido ayuda de la organización y sus socios.