Zinacantepec, Méx.- Con esfuerzo y tenacidad, más de 35 personas en silla de ruedas adquirieron técnicas y desarrollaron habilidades para aprender a desplazarse de manera independiente y superar obstáculos arquitectónicos en espacios públicos.
Lo anterior dentro del curso de capacitación “Vida independiente para personas con discapacidad motora” que el DIF Estado de México efectuó en las instalaciones de la Unidad Deportiva “Juan Fernández Albarrán”.
Esta capacitación, realizada con apoyo de la Organización Internacional Vida Independiente México, permitirá que personas con discapacidad motora de la entidad reciban entrenamiento proactivo para que desarrollen la aceptación y habilidades para ayudarse a sí mismas y sean promotoras de su integración social.
“La idea es que las personas con discapacidad fortalezcan la filosofía de que sí se puede lograr una vida independiente y eso genere su inclusión social; el DIF Estado de México celebra ser sede de esta actividad que favorece la vida familiar, académica, laboral de este sector de la población”, afirmó Salvador Reyes Orta, Subdirector de Inclusión Social del DIFEM.
Refirió que, para tal efecto, los participantes cuentan con el apoyo de especialistas en medicina general, psicología, integración social, rehabilitación física y ocupacional e instructores de silla de ruedas, quienes brindarán asesoría, actividades, manejo de crisis emocionales, aceptación, salud, higiene preventiva y sexualidad.
“Uno de los principales objetivos de Fernanda Castillo de Del Mazo, Presidenta Honoraria del DIF Estatal, es promover acciones que fortalezcan y generan herramientas para que las personas con discapacidad logren tener una mejor calidad de vida y tener familias fuertes”, señaló.
Agregó que esta dinámica, promovida por el Sistema Nacional DIF en coordinación con dicha Organización, se lleva a cabo en todo el país, por lo que en este año el Estado de México fungió como sede para poder generar cadenas de apoyo a través de los beneficiarios participantes.
Como parte de las técnicas de manejo de sillas de ruedas, los participantes se desplazaron por rampas y escaleras metálicas, carretera, pasto, rampas inclinadas, subieron escalones de edificios públicos, rodaron y cruzando banquetas, subieron y descendieron de la cama, como parte de las actividades diarias a las que se enfrentan para lograr una vida independiente e inclusiva, además de recibir una plática de sexualidad y discapacidad.
Mayra Viridiana Oliva Estrada, fue una de las beneficiadas de dicha práctica, ha pasado un año desde que sufrió un accidente en una resbaladilla, lo que la llevó a perder movilidad en la mitad de su cuerpo,
Para ella ha sido muy difícil depender de una persona para desplazarse, por lo que este curso le ha servido para superar los obstáculos que enfrenta todos los días al permitirle realizar sola sus actividades cotidianas.