La decisión de que el control de aduanas y puertos ahora sea asumido por las Fuerzas Armadas provocó malestar entre una parte del sector empresarial, cuya voz dio Gustavo de Hoyos, presidente de Coparmex, quien aseguró que esta medida debe ser solo temporal.
La crítica responde al anuncio que el presidente López Obrador dio el pasado viernes en designar a la Marina el control de puertos y a la Sedena el de las aduanas, ante una fuerte problemática de corrupción que ocurre en estos puntos nodales para el comercio.
“Una democracia madura, con gobiernos civiles, no debe delegar de forma definitiva tareas sustanciales de la economía y de la gobernanza en los cuerpos militares. Hacerlo, implica una regresión política al primer decalustro del Siglo XX”, dijo la confederación patronal en un comunicado difundido este domingo.
En ese sentido señalaron: “Consideramos que la participación de las Fuerzas Armadas en las tareas de la administración pública ajenas a su naturaleza esencial debe ser subsidiaria y temporal”.
Para la confederación, se trata de agregarle más tareas a estas dependencias que, en su opinión, ya están cumpliendo “múltiples” funciones: “Ahora ya no se encargarán solo de tareas de seguridad, combate al robo de hidrocarburos, control de la migración, construcción del Aeropuerto de Santa Lucía y de sucursales del Banco del Bienestar, también lo harán de las aduanas y de los puertos”.
Hace cuatro propuestas estratégicas: propone rotación de personal y dar seguridad al personal de estos puntos para así romper vínculo entre la delincuencia organizada y el personal de aduanas; que la actuación de las Fuerzas Armadas sea en apego a la Ley y con supervisión de Hacienda.
Piden también que haya un control fronterizo aduanero sobre la exportación, importación y el tránsito de armas de fuego y explosivos, y que se habiliten líneas paralelas adicionales o puntos adicionales de inspección en cada uno de los cruces fronterizos.
Agregan que también es fundamental contar con un factor de apertura y comunicación con los diversos entes productivos. Y es que, como era de esperarse, esta designación, que era una demanda, de ya meses atrás, por parte de los altos mandos militares, como reveló LPO con anterioridad, ya genera preocupación sobre el impacto que puede tener en el flujo comercial, lo cual fue encarado en la conferencia matutina del pasado 17 de julio por el propio López Obrador.
En su visita a Colima dijo: “No es un asunto solo de capacidad, de profesionalismo. Es un asunto fundamentalmente de honestidad. Ni modo de que sea tan complicado saber la importancia que tiene el comercio exterior y cómo recaudar los impuestos”. Un mensaje con cierto tono irónico. (LaPolíticaOnline)