BALÓN CUADRADO/Agencias
Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México.- Mucha pasión. Noventa minutos de vertiginoso, inenarrable, letal despliegue físico… y poco futbol, pese a la goleada.
Prometeicos dioses incombustibles.
Argentina jugará la final del Mundial de Qatar 2022 después de superar a Croacia en las semifinales con mucha autoridad y una nueva exhibición de su estrella, Lionel Messi, en el estadio de Lusail. Irá contra el vencedor de Marruecos y Francia, actual monarca, que jugarán mañana.
El 10 de la Albiceleste abrió el marcador en la primera parte al anotar un penalti cometido por Livakovic sobre Julián Álvarez, el otro héroe argentino de la noche.
El delantero del Manchester City marcó el segundo de su selección antes del descanso con una galopada desde el medio del campo en la que tuvo cierta fortuna, beneficiado de unos cuantos rechaces para acabar solo ante el portero y enviar el balón a la red.
En el segundo tiempo, Messi volvió a agitar la varita y sacó una asistencia de genio para que el Araña consiguiera su segundo tanto de la noche ante una selección croata que acabó rendida.
Los de Modric estuvieron muy intensos durante todo el partido pero su falta de pegada arriba, incapaz de crear ocasiones ante el Dibu Martínez, acabó con las opciones de los subcampeones de volver a la final.
Los de Scaloni apenas sufrieron a partir de conseguir su tercer gol, y terminaron el partido entre los olés de su afición.
Argentina, ilustrada por Messi y culminada por Julián Álvarez, ya espera en la final mundialista. Croacia sucumbió pronto ante un rival que rinde más de lo que vale.
Una Albiceleste conjurada para por fin llevar a Messi al paraíso.
Y bien que el propio Messi le ha abierto el camino.
En semifinales, su quinto gol del torneo y una asistencia messiánica o maradoniana, como se quiera, a Julián Álvarez para su segundo bingo.
La jornada se cerró con la merecidísima y honorífica despedida a Modric a la espera de una sesión continua de Leo el próximo domingo.
El arranque de partido, de nueva vez con Argentina por medio, volvía a discurrir en medio de otra nada y su hinchada, un no parar en cada rincón de la ciudad, se anestesió.
Cómo iría la noche en Lusail. Nadie lo podía imaginar entonces, pero aquel remanso se terminó convirtiendo en un guiño (involuntario) a Julián Álvarez, el chico callado de la Albiceleste, el que habla poco fuera y cada vez más dentro del campo.
Con él empezó Messi a agarrar su segunda final de un Mundial, la sexta de la selección (dos títulos).
La última oportunidad para el 10 de llegar al único cielo que le importa a los 35 años tras acabar por los suelos en 2014.
Ocho años después de haber caído en la final de Brasil-2014 ante Alemania, la Albiceleste aspirará el domingo a lograr su tercera corona mundial después de las de 1978 y 1986.
Lionel Messi admitió tras el encuentro que el objetivo aún no está cumplido y pide a su afición un último apoyo:
“Ya lo dijimos, que la gente confíe. Este grupo es una locura. Vamos a intentar todo para llevarnos la Copa”.
Añadió:
“La Argentina vuelve a una final de una Copa del Mundo y hay que disfrutarlo”.
Detalló el ídolo blanquiceleste:
“Es un logro extraordinario lo que venimos haciendo. Es una alegría enorme para todo el país. Como lo hicimos durante todo el Mundial, vamos a dar el máximo e intentarlo y darlo todo para llevar (la Copa Mundial), pero disfrutemos esto, que es grandioso”.
Lionel Messi abrió el marcador en el 34 con un penal cometido sobre Julián Álvarez, que marcó luego el segundo en el 39.
Doblete de Álvarez
En la segunda mitad, Álvarez repitió (69), con una asistencia de Messi servida en bandeja de plata, para el 3-0 definitivo.
“Esto es una alegría para todos. Estamos muy contentos con lo que estamos logrando y vamos a por más”, señaló Julián Álvarez
A la espera de intentar emular el domingo a Diego Maradona levantando el trofeo más ansiado del futbol mundial, Messi siguió sumando récord tras récord este martes.
Jugó su partido número 25, igualando la plusmarca absoluta de las Copas del Mundo, que hasta ahora ostentaba en solitario el alemán Lothar Matthäus, al que dejará previsiblemente atrás con la gran final.
Messi acumula además ahora 11 tantos en Mundiales y es el argentino que más ha anotado en la historia del torneo, superando los 10 de Gabriel Batistuta.
Qatar-2022 es ya el Mundial donde más ha marcado de los cinco que ha disputado, con cinco dianas hasta el momento, lo que le permite igualar en lo alto de la tabla de anotadores con el francés Kylian Mbappé.
La Araña Álvarez, en su primer Mundial, acumula por su parte cuatro.
Croacia había evitado en cuartos de final que la semifinal de este martes fuera un ‘Superclásico’ sudamericano, al sorprender a Brasil en la tanda de penales, pero no pudo repetir ante el otro gigante de la Conmebol y emular lo conseguido en 2018, cuando fue subcampeona de un torneo en el que había dominado 3-0 a Argentina en la fase de grupos.
Conexión perfecta
Como en partidos anteriores, a Argentina le costó entrar en el partido y hubo que esperar para su primer acercamiento con intención, con un tiro desde fuera del área de Enzo Fernández en el 25 que despejó Dominik Livakovic.
Croacia respondió en el 31 con un globo con el que Ivan Perisic trató de sorprender a Emiliano Martínez pero que se perdió por encima del larguero.
En el 33, Julián Álvarez se encontró en un mano a mano en el área, pero Livakovic le cortó el paso en la salida, el árbitro decretó penal y Messi no falló en la ejecución, abriendo el marcador desde los once pasos en el 34.
En el 39, la Albiceleste asestó un nuevo zarpazo, que le allanó mucho el camino:
Julián Álvarez se llevó el balón desde el centro del campo y lanzó una galopada que tuvo éxito, beneficiándose de dos rebotes de defensores croatas durante su carrera, y que culminó ante el arquero croata en un remate a bocajarro.
Livakovic evitó luego el tercero, en un remate de cabeza de Messi (42) en un saque de esquina.
En la segunda mitad, Messi siguió al volante de las ofensivas de la Scaloneta y en el 58 probó otra vez los reflejos de Livakovic, con un tiro en el área.
Gran parte de responsabilidad en el tercero de Argentina recayó en el propio Messi, que protagonizó desde el lateral una espectacular jugada en la que se fue yendo de los rivales para poner un pase de la muerte que Álvarez, su socio perfecto en esta Copa del Mundo, empujó a la red en el 69.
En el 82, Modric era cambiado, ya con su equipo camino inevitablemente hacia la eliminación.
Messi todavía seguía buscando el cuarto, pero su disparo en el 83 se perdió fuera.
La fiesta albiceleste se desató en Lusail con el pitido final y Argentina está ya a solo un paso de reconquistar el trono del futbol 36 años después.
(Con información del diario español El País)