
Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando Claro”, de Radio Expresión México, que conduce Manuel Aparicio.
Hoy Carlos Manzo Rodríguez está muerto.
Carlos Manzo llegó a la alcaldía de Uruapan, Michoacán, mediante una candidatura independiente, porque los habitantes de Uruapan ya no confían en ninguno de los partidos políticos, que se ha visto, únicamente buscan intereses personales y de partido.
Era incómodo para el corrupto sistema de gobierno mexicano, mismo al que ya internacionalmente se identifica por la corrupción y la impunidad.
Carlos Manzo, al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla lo denunció públicamente, por permitir el ingreso de grupos criminales con la complicidad de corruptos policías municipales.
En septiembre hizo un llamado a la presidenta Claudia Sheinbaum: “Si no se pone orden aquí en Uruapan, pronto a nivel nacional, se escuchará un levantamiento fuerte, de voz, de justicia y si es necesario, hasta de armas, porque la gente ya está hasta la chingada”. Así lo dijo.
Llamó públicamente a la policía municipal a abatir a los delincuentes que se resistieran a ser detenidos, lo que motivo críticas por parte de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien le recordó que debía respetarse el “estado de derecho”.
Pero, acaso es posible hablar de “estado de derecho”, cuando tenemos un país que, en materia de seguridad, los narcos mantienen el control en varias regiones del país, aunque el gobierno lo niegue. Hemos llegado al extremo de que la delincuencia organizada pone y quitan funcionarios municipales y hasta se apodera de la obra pública.
La inseguridad y la violencia persisten; los asesinatos bajan, según cifras oficiales, pero suben las desapariciones y bueno, ni que decir de la corrupción que pulula en los tres niveles de los gobiernos de Morena, lo que ha ocasionado que en los 13 meses de gobierno que lleva Claudia Sheinbaum, por esa causa, ha perdido autoridad moral; no es posible que desde los más altos niveles gubernamentales, se siga diciendo que Adán Augusto López Hernández, es una inocente palomita, cuando los hechos desmientes lo que desde el gobierno se dice para encubrirlo.
Durante el “Festival de las Velas” muere el hombre que quiso cambiar las condiciones de su municipio y las de todo México, ahora escucharemos las palabras que son obligadas por parte del gobierno: “se investigará hasta sus últimas consecuencias, caiga quien caiga y tope donde tope”.
Pero nada pasará.
El gobierno dejará que el tiempo pase apostando al olvido.
Sin embargo, el caso del asesinato de Carlos Manzo Rodríguez, ha despertado la irritación de gran parte del pueblo mexicano, el gobierno por su parte está tocando las cuerdas más sensibles de la indignación popular.
El gobierno con su inoperancia está despertando al tigre que no podrá controlar, porque a la presidenta con a, Claudia Sheinbaum, el país se le diluye entre las manos y lo que escurre es sangre, en México no hay Estado de Derecho, no hay seguridad, no hay gobernabilidad.
El pueblo de Uruapan seguirá padeciendo levantones, derecho de piso, asesinatos y seguirá el crimen organizado cobrando cuotas; la esperanza murió con “El del Sombrero” al que nunca le llegó el respaldo que mucho pidió al gobierno, pero que no fue escuchado…
Pobre México.
Descanse en paz el hombre que tuvo un sueño para con su patria.
