Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “hablando Claro” de abc Radio que conduce Manuel Aparicio.
El periodista Ricardo Alemán entrevistó a Ángel Verdugo Beltrán, columnista de Excélsior desde hace más de 17 años, actualmente también en Grupo Imagen; a Ángel lo limitaron en su libertad de escribir, le trataron de imponer los temas que debería de tratar, él dijo no, y a la pregunta de Ricardo Alemán sobre “a que le dijiste no, querido Ángel”, la respuesta del periodista fue la siguiente:
“Primeramente pues, qué te puedo yo decir, a ti Ricardo, con tus años de experiencia en el oficio, qué es el periodismo de opinión y los riesgos en que incurrimos aquellos que hacemos periodismo de opinión.
“El periodismo de opinión, lo sabes tu mejor que yo, no es algo… es simplemente la expresión subjetiva, dirían algunos, de nuestra visión frente a los problemas, a los temas, al gobernante etcétera, de tal manera pues, que los periódicos o los medios impresos o electrónicos, tienen la parte noticiosa que es dar a conocer el hecho tal cual, pero la parte, que hoy por hoy, la parte que le interesa al escucha, al televidente, al lector, es la opinión que se tiene de un gobierno como el que padecemos hoy; no como el que tenemos, como el que padecemos hoy.
“A qué le dije que no, Ricardo…
“Mira, lo conocemos bien desde hace muchos años, esta simbiosis que existe entre los empresarios que para obtener, y aquí cito al presidente, prebendas de índole diversa, crean alguna área mediática, que les permite en algunos casos defenderse, en otros caos amenazar, en otras, casi chantajear, para obtener beneficios; de tal manera que la parte propiamente periodística, pues es simplemente el ropaje o es la envoltura de la caja.
(Fotografía La Otra Opinión)
“En este gobierno, hará quizá unos cuatro o cinco meses, empecé a recibir llamados en torno a “don Ángel, bájele por favor… o denos una tregua, hay unas negociaciones ahorita y puede escribir lo mismo pero cámbiele el tono, cosa que en los años que tenemos ambos en esto es, vamos a decir normal, y uno lo sabe, es un estira y afloja qué tanto puedo decir, qué tanto me van a dejar, eso es un poco el juego del gato y el ratón; hasta ahí, nada nuevo bajo el sol.
“Sin embargo el jueves de la semana pasada, Ricardo, me habla un ejecutivo del Grupo como a las diez de la noche: “Don Ángel, ha habido una reunión del Consejo y se tomó esta decisión: A partir de la fecha usted no podrá tocar estos tres temas: Tren Maya, Dos Bocas y Aeropuerto de Santa Lucía; tampoco al presidente, tampoco criticarlo, etc.
“Entonces yo respondí, no soy nuevo en esto, no me chupo el dedo, entiendo yo que el de la libertad de expresión es el dueño de el medio y exactamente; ese jueves ya no me tocaba a mi escribir algo, sino hasta el lunes en el periódico, platiqué con mi esposa, mira hay esto, y mi posición desde el primer momento fue, no; a estas alturas del partido que a mí me digan de qué debo escribir o de qué no debo escribir, Ricardo, ya para mí esa etapa… nunca lo he hecho y menos ahora de viejo.
“Yo creo, a esto fue a lo que dije que no, por qué, porque yo considero Ricardo, que hay una dignidad personal y profesional, que uno debe defender con todo y contra todo; cuando uno cede y te vas a hablar de beisbol, te vas a hablar de espectáculos, estás acabado Ricardo, en ese momento dices: “aquí se acabó el asunto”.
“De ahí venimos Ricardo, y mucha gente perdió su vida, perdió trabajo, perdió estabilidad, fueron defenestrados, atacados con sevicia por parte del poder y sin embargo cambiamos, Ricardo.
“Empezó el periodismo de opinión y luego el periodismo de investigación a destapar esas cloacas de excremento de la vida política; de tal manera de que, el que alguien me diga a mí que no debo de escribir de esto, de esto, de esto, de esto; o que no debo comentar de esto, esto, esto y esto, me parecería primero una traición a mi forma de ver las cosas y también traicionar a aquellos que ofrendaron su vida o la arriesgaron, porque en este país hubiera un periodismo de opinión, responsable, valiente y firme para exhibir, que es la esencia del periodismo de opinión, exhibir las limitaciones, la podredumbre, en algunos casos, del poderoso o del gobierno que encabeza.
“Como tú bien sabes, yo participé en el Movimiento del 68 y pase tres años, diez meses, cuatro días en Lecumberri, es decir, a mi no me van a decir lo que es enfrentar al poder, o sea, se lo podrán decir a otros, pero en mi caso no; yo deje un futuro en la Escuela de Física y Matemáticas y me fui a la sierra, a Durango, a Chihuahua a organizar campesinos, me fui un año a la República Popular China a aprender la experiencia de la Revolución China, regresé, me fui al campo hasta que me capturaron.
“De tal manera pues, que he hecho cosas, Ricardo, donde he arriesgado en algunos momentos la vida, en otras la libertad, para que alguien venga y me quiera imponer qué temas hablar o de qué temas no hablar, me parece algo inaceptable…
“A esto, Ricardo, es a lo que dije no”.
Matemático, economista liberal y ex dirigente político en su juventud, participó en el Movimiento Estudiantil de 1968. Autor de la columna ¨Tal Cual´ en Excélsior y colaborador de Grupo Imagen, no aceptó la censura que le impusieron y seguirá haciendo uso de su muy respetada opinión desde las redes sociales, donde ya es un éxito.
Podríamos seguir contabilizando las agresiones del poder político a la prensa crítica, pero el espacio no alcanzaría, sin embargo, sí es de reconocer que las mentes lúcidas del periodismo de opinión ahí están, siempre como antorchas que dan luz a un México de libertades, donde pueda entenderse que un gobierno que se presuma democrático, sin una presa libre, no es precisamente democrático.
Ahora tocó turno a Ángel Verdugo.