Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando Claro”, de Radio Expresión México, que conduce Manuel Aparicio.
China no es la misma de hace 8 años cuando por primera ocasión fue presidente de los Estados Unidos Donald Trump, y ante la intransigencia de éste de no utilizar la política de acuerdos, el vocero del Ministerio de Exteriores chino escribió en su cuenta una respuesta que le pega a esa actitud prepotente de Trump, el mensaje es el siguiente: “Si lo que Estados Unidos quiere es una guerra, ya sea una guerra arancelaria, una guerra comercial o cualquier otro tipo de guerra, estamos dispuestos a luchar hasta el final”.
El organismo del gobierno del régimen de Xi Jinping considera que “el problema del fentanilo es una excusa endeble para aumentar los aranceles estadounidenses a las importaciones chinas” y asegura, que el consumo de la droga cuyos precursores llegan desde Asia al país norteamericano, es responsabilidad de Washington.
El Ministerio de Exteriores asegura que: “cualquiera que ejerza la máxima presión sobre China, está eligiendo a la persona equivocada y calculando mal”.
Y bueno la respuesta no se hizo esperar, la entrada de este 10 de marzo en vigor de los aranceles de China del 10 y al 15 por ciento a productos agroalimentarios de Estados Unidos, es la respuesta a los gravámenes de Washington sobre los bienes chinos, pone en el punto de mira a alimentos básicos como el maíz, el trigo, la soja o las carnes de vacuno y porcino.
Los chinos le pegan a Trump donde más le duele; Estados Unidos llegó a ser el principal proveedor de maíz para China, pero ha sido rebasado en los últimos años por Brasil y Ucrania; en cuanto al trigo China importó el año pasado 11 millones de toneladas de trigo, de las que 10.9 millones procedieron de Estados Unidos (17.3 por ciento), lo que representa un 7 por ciento menos que en 2023. Países como Australia y Canadá superan a la nación norteamericana en ventas a China.
Respecto a la soja la dependencia de Estados Unidos ha disminuido en los últimos años. En 2024, el país asiático importó unos 105 millones de toneladas de soja, de los que 22,1 millones de toneladas (21 por ciento) tenía Estados Unidos como país de procedencia. Ahora de Brasil ya procede el 71 por ciento de la soja que importa el gigante asiático. En cuanto a la carne de vacuno en 2024, China importó la cifra récord de 2.87 millones de toneladas de productos de vacuno, un sector en el que Estados Unidos tampoco representa el principal proveedor del mercado chino, liderado por Brasil, al que siguen Argentina, Uruguay y Australia. Y bueno la carne de cerdo por parte de China el año pasado fueron de 1.06 millones de toneladas y siguieron la tendencia descendente de los ejercicios anteriores, propiciada por una mayor producción local en este sector. De esa cifra, poco más de 467 mil toneladas provinieron de Estados Unidos, un 6 por ciento por debajo de la cifra de 2023. El principal exportador de porcino a China es España, seguida por Brasil, Dinamarca, Países Bajos y Canadá.
Los más afectados por las decisiones que ha tomado el presidente Trump son precisamente los norteamericanos que votaron por él, por lo que seguramente el Congreso de los Estados Unidos, va a intervenir antes de que el actual presidente acabe con el liderazgo que, ante el mundo, tenían los Estados Unidos, al tiempo.
China sostiene que ha realizado esfuerzos para “ayudar” a Estados Unidos en el problema del fentanilo, pero que en lugar de trabajar en conjunto, “Estados Unidos ha tratado de difamar y echarle la culpa a China, y está tratando de presionar y chantajear a China con aumentos de aranceles”.
La disputa comercial generada por este tema “no va a resolver el problema de Estados Unidos y socavará nuestro diálogo y cooperación antinarcóticos”, señala la cancillería de Beijing.
El Ministerio de Exteriores asegura, como al principio lo dije que, “cualquiera que ejerza la máxima presión sobre China está eligiendo a la persona equivocada y calculando mal”.