La OMS considera que al menos un 20% de los contagios ocurren durante las prácticas religiosas que las comunidades siguen a la hora de dar sepultura a sus seres queridos, que requieren que se laven y toquen los cadáveres.
El protocolo de 12 pasos presentado en Ginebra, abarca las medidas que deben seguir rigurosamente los equipos de entierros desde que lleguen a la vivienda del finado, hasta los pasos de desinfección al concluir el procedimiento.
Sally Smith, asesora para la Movilización Comunitaria de Organizaciones Religiosas en ONUSIDA, afirmó a la prensa que uno de los puntos principales es la comunicación con los familiares de los fallecidos por el ébola y la garantía de que celebrarán de manera segura de sus rituales religiosos. Así se puede reducir el contagio, apuntó.
“Sabemos qué prácticas sanitarias son necesarias para evitar contagios, pero tenemos que escuchar la opinión de las comunidades. Qué prácticas religiosas son esenciales para ellos y dónde podemos encontrar una posición común. Cuáles se pueden conservar en el protocolo y cuáles son una fuente de infección”, explicó.
El protocolo incluye orientaciones sobre el manejo de los cadáveres y su depósito en los féretros y bolsas, la desinfección de la vivienda del fallecido, y el traslado de los restos al lugar de entierro.
Las guías van dirigidas principalmente a los equipos de la Cruz Roja Internacional y la Media Luna Roja que se han especializado en esas sepulturas y cremaciones. La OMS estima que en la actualidad se necesitan 528 equipos entrenados para esas labores en los tres países afectados, y en la actualidad solamente están operando 140 de ellos.