La detención de Humberto Moreira en España deja claro ante el mundo que la impunidad es una característica de México; es una señal clara para los inversionistas extranjeros, porque ya saben que si aceptan estas condiciones, en un tiempo no muy lejano tendrán que padecer este flagelo en carne propia.
Según nos han informado las autoridades mexicanas, el gobierno principalmente, la “inteligencia financiera” está funcionando en contra de la delincuencia organizada, se dice que se cuenta con tecnología que detecta movimientos bancarios durante mucho tiempo; esto claro si se trata de un ciudadano cualquiera, pero no para quien ha incursionado en la política como es el caso del ex gobernador de Coahuila y presidente de su partido; Humberto Moreira a quien el actual presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, dice que le ofrecerá un abogado si así lo solicita.
Además de que los mexicanos tienen que soportar la burla internacional, se pone en evidencia ante el mundo la inoperancia en la aplicación de la ley; México es un país de leyes indudablemente, existe incluso un “Sistema Nacional Anticorrupción, pero estas no se aplican y es como si no existieran.
En México, en el año 2011, no pudieron o no quisieron aplicar un castigo ejemplar a Humberto Moreira, cuando siendo gobernador de Coahuila se detectó un sobreendeudamiento de 35 mil millones de pesos; en cualquier país del mundo un gobernante ladrón, por menos, es llevado a juicio y a la cárcel, en México no; por lo menos eso deja ver el caso Moreira y el de muchos otros gobernantes en funciones y retirados.
En México pertenecer a un grupo político que ha pasado por el gobierno, tal parece que es una “patente de Corzo”; al caso de Humberto Moreira podrían agregarse casos de gobernadores, presidentes municipales, síndicos, regidores, diputados locales y federales y directores de área en los niveles federal, estatal y municipal y los subalternos de estos; gobernantes carentes de vergüenza que ejercen el servicio público para beneficio personal, de su partido o del grupo político al que pertenecen.
Es triste decirlo pero eso es la realidad en este país tan noble que es México.
Prueba de lo anterior es la inoperancia de secretarías como la de la Función Pública que es una caricatura con su titular Virgilio Andrade, quien llegó ahí precisamente para mostrar indiferencia ante la corrupción evidente en los tres niveles de gobierno y ante las componendas de funcionarios que cubren la corrupción que practican unos con otros, ocultando y falseando información financiera, protegiendo el enriquecimiento ilícito de funcionarios corruptos y bueno, algo que deja mucho dinero también a esos funcionarios banales es el uso político de los programas sociales que nunca llegan a quien los necesita; pero no pensemos que es solamente la inoperancia de la Secretaría de la Función Pública, no de ninguna manera, tampoco ha cumplido con su cometido la Secretaría de Gobernación, la secretaría de Hacienda, la Procuraduría General de la República y muchas otras que nuevamente con el caso Moreira, muestran una corrupción que ellos no detectan y que sin tantas maniobras, en España sí lo hacen.
Cómo pueden creer en el mundo que México está en una incesante lucha contra el crimen con la detención del narcotraficante Joaquín “el chapo” Guzmán, cuando en España se detienen a un miembro de la familia política por presunto blanqueo de dinero; los esfuerzos mediáticos del gobierno mexicano quedan reducidos a nada ante los sorprendentes hechos del caso Moreira, como creer que hay legalidad en el combate al delito en México cuando la aplicación de la ley es selectiva.
¿Dónde quedan las reformas estructurales?, ¿funcionaran ante la evidente corrupción? ¿habrá confianza de inversionistas extranjeros en México? ¿habrá mexicanos que en verdad quieran a su país que busquen ese cambio que no llega?
México es un enigma que se hunde en la corrupción de apátridas.
El Chapo ya está en la cárcel y… ¿los “moreiras” de la política cuando?