Al considerar que las políticas macroeconómicas de México continúan siendo fuertes, avalando su política monetaria y fiscal, el Fondo Monetario Internacional anunció este viernes la ampliación de la Línea de Crédito Flexible (LCF por sus siglas en inglés), para México con un nuevo acuerdo por dos años por un monto equivalente a 88 mil millones de dólares y canceló el acuerdo anterior suscrito por cerca de 67 mil millones de dólares, como medida precautoria ante posibles riesgos externos para la economía azteca.
David Lipton, Primer Subdirector Gerente y Presidente Interino del Directorio del FMI destacó la impresionante capacidad de resistencia de México al contexto de desaceleración global, considera que la actividad económica crece de manera sostenida, la inflación es baja y estable y el sistema financiero es sólido.
Sin embargo advierte que la relación del país con la economía global la expone a riesgos externos y una vez que los riesgos a la baja del crecimiento mundial han aumentado y la volatilidad en los mercados financieros globales se ha incrementado.
“El nuevo acuerdo bajo la LCF, por un monto mayor al anterior, continuará desempeñando un papel importante en apoyar la estrategia macroeconómica de las autoridades al proveer un seguro contra riesgos externos mayores y al apuntalar la confianza de los mercados”, apuntó el funcionario
El comunicado menciona que las autoridades mexicanas están comprometidas a mejorar la resistencia de México a choques externos a través de la implementación de los planes de consolidación fiscal, un anclaje continuo de las expectativas de inflación, la reconstitución gradual de reservas y una rigurosa supervisión del sistema financiero doméstico.
“Las autoridades no tienen la intención de hacer un uso permanente de la LCF. Las autoridades planean reducir el monto de acceso en el futuro, bajo la condición de que disminuyan los riesgos globales actuales que enfrentan los mercados emergentes, con miras a reducir gradualmente el uso del instrumento por parte de México”, advirtió.
David Lipton reconoce que México cuenta con políticas macroeconómicas y un marco de políticas que continúan siendo muy fuertes. La política monetaria está guiada por un régimen de objetivos de inflación en un contexto de tipo de cambio flexible. En el ámbito fiscal destaca el compromiso por una consolidación fiscal que baje la relación de la deuda pública a PIB en el mediano plazo y considera que el marco de regulación y supervisión financiera es sólido.
“El crecimiento a mediano plazo debería beneficiarse de una serie de reformas estructurales en proceso de implementación”, señaló el funcionario del organismo internacional.
El primer acuerdo de México en el marco de la LCF fue aprobado el 17 de abril de 2009 y fue renovado el 25 de marzo de 2010, el 10 de enero de 2011, el 30 de noviembre de 2012 y el 26 de noviembre de 2014.
La LCF está diseñada para la prevención de crisis ya que ofrece la flexibilidad para utilizar la línea de crédito en cualquier momento. Los desembolsos no son escalonados ni están condicionados al cumplimiento de metas de política económica, como es el caso de los programas tradicionales respaldados por el FMI. Este acceso flexible es posible gracias al historial de alta solidez de los países que son elegibles para utilizar la LCF, lo que fortalece la confianza en la continuidad de políticas económicas sólidas..