Blas A. Buendía
Si bien el mexicano se caracteriza por la magnitud de su cultura, pero esa misma cultura hace que el mexicano esté en constante conflicto, pues se encuentra inmerso en una sociedad donde existen prejuicios y discriminación.
Una característica en México es lo conflictivos que pueden ser algunos integrantes de la sociedad. Quizá el conflicto sea indispensable dentro de la sociedad, pues arroja argumentos distintos y expresar los desacuerdos.
Una sociedad con conflictos es una sociedad sana. Es primordial destacar la importancia de solucionar estos conflictos, pues resolverlos permite aumentar el nivel de madurez y desarrollo al momento de conciliar las partes.
Con base a lo anterior, el presidente del PRD en la Ciudad de México, Raúl Flores, presentó ante la Fepade una denuncia contra Leticia Quezada Contreras, hasta hoy Subsecretaria de Coordinación Metropolitana y Enlace Gubernamental de la Secretaría de Gobierno del GDF, por el presunto delito de desvío de recursos públicos al participar en un mitin a favor de candidatos de Morena en Ecatepec en tiempos electorales.
Acompañado del diputado Iván Texta y del Secretario de Enlace Con Gobiernos Estatales y Políticas Públicas del PRD nacional, Héctor Serrano Azamar, el líder perredista dijo que las fotos que atestiguan su apoyo a Andrés Manuel López Obrador en un acto desarrollado en Ecatepec pueden constituir un delito, ya que ella como servidora pública está impedida de realizar actos proselitistas, sobre todo cuando hay un proceso electoral en curso, por lo que no vale meter permisos o días descontados.
“Su tiempo como funcionaria y servidora pública por sí mismo es un bien público y por eso estamos acusando un desvío de recursos, porque está utilizando su cargo y su presencia para el apoyo de otro candidato”.
Raúl Flores calificó la actuación de Quezada como un acto de traición contra el jefe de gobierno y de incongruencia de parte de alguien que trabaja en el gobierno de la ciudad pero que comparte la política seguida por Andrés Manuel López Obrador de denostar la figura del Jefe de Gobierno como parte de una estrategia electoral. Es decir, en pocas palabras, forma parte de la cultura de importamadrismo del partido mal llamado Morena
“Leticia Quezada en la elección del 2015 y la de los constituyentes fue blanco de señalamientos por parte del partido que ahora dice apoyar y nos parece que su oportunismo político entraña deshonestidad. No es ético, noble ni encomiable que en cuanto alguien cree que al partido le puede ir mal inmediatamente busque cobijo, para asegurar su futuro político”, aseveró el diputado Flores García.
Dijo que en el PRD no se critica que alguien pueda cambiar de forma de pensar, pero lo que involucra delitos electorales eso sí no se va a aceptar, ni tampoco apoyar a candidatos de otros partidos porque los estatutos lo prohíben claramente, y si el proceso en el Estado de México se encuentra en curso lo correcto hubiera sido esperar a que el partido eligiera a su candidato.
El dirigente del perredismo capitalino informó que por eso mismo ya se analiza la expulsión de Quezada Contreras como militante del sol azteca, pues los estatutos le prohíben claramente participar en apoyo de candidatos de otro partido con el cual el PRD no tenga vínculo bajo la figura de coalición ni candidatura común, como es el caso del Estado de México.
Sin embargo, la izquierda mexicana está más que perdida, primero dice una cosa y luego se retracta, es el hecho del senador Barbosa quien en un desconcierto de aseveraciones políticas, primero reprochaba al lídercillo de los Peje-Zombis identificado con el nombre de Andrés Manuel López Obrador, que no haría ninguna alianza, y después desdecirse a grado tal de hasta metafóricamente besarle los pies al Mesías de Macuspana.
Como epílogo, cabe destacar, el mexicano puede doblarse, humillarse, agacharse, mas no rajarse, lo cual quiere decir que no permite que el mundo exterior penetre en su intimidad.
El rajado es de poco fiar, un traidor o un hombre de dudosa fidelidad; cuenta con secretos y es incapaz de enfrentar los peligros como se debe.
¿Cuántas veces se ha escuchado “los hombres no lloran”? Aunque el mexicano esté desgarrándose por dentro no deja ver sus sentimientos; el mexicano se escuda detrás de su carácter fuerte, agresivo; no se deja de nadie porque tiene miedo de que puedan ver sus debilidades.
El mexicano tiene una conducta frente a la vida, a la cual los estudiosos en materia sociológica, denominan “el importamadrismo”, aludiendo la frase tan frecuente en el mexicano “me importa madre”. Al mexicano si algo le importa en la vida es su madre.
Se es o no se es…, como dice el refrán.