Por: Juan Ríos
Una de las principales banderas políticas de la hoy gobernadora (Lorena Cuellar Cisneros), fue el famoso discurso anticorrupción, que no sólo la puso bajo un manto protector y el cual –por el momento– luce inmaculado; pero, que ya comienza a crear dudas entre el pueblo de Tlaxcala, por aquello de que —al igual que López Obrador— su cantaleta “anti-corrupción” sólo está quedando en promesas, porque en los hechos la actual mandataria tiene en su gabinete no sólo a familiares, amigos y compadres, sino algunos funcionarios sobre quienes pesan denuncias penales ante la todavía Procuraduría General de Justicia.
(Fotografía vcn noticias)
Algunos expertos en transparencia y rendición de cuentas afirman que las frases de Cuellar Cisneros fueron políticamente atractivas y populares sólo durante su Campaña Política; y… con la única intención, de agenciarse adeptos y votos.
Incluso, durante el cierre de su campaña en el Estadio de Fútbol “Tlahuicole”, la hoy gobernadora reculó al decir que “….no son tiempos de guerra, de revanchas ni de rencores…”.
Por lo anterior; y por el supuesto “cambio” que se prometió al interior del Gobierno Estatal, el lema que Lorena utilizó durante su campaña, en el sentido de que “…Tlaxcala será ejemplo nacional en materia anti-corrupción…”, sólo quedó en una simple promesa, al grado de que hasta la entrega-recepción se dio a través de un “marco complaciente”; un “…vulgar arreglo…” para el Frente Ciudadano de Tlaxcala; lo que deja entrever que hubo un “pacto de impunidad” entre el que se fue (el ex gobernador Marco Antonio Mena) con la que llegó al Poder Ejecutivo: Lorena Cuellar.
Fue por eso que —a unos cuantos meses de terminar su gestión— la administración del priísta de Mena Rodríguez recurrió a la voraz repartición de Notarías, en donde se benefició no sólo a sus colaboradores más cercanos como el ex secretario de gobierno (José Aarón Pérez Carro), sino al abogado Antonio Flores Sánchez, yerno de la actual gobernadora (Lorena Cuellar); y esposo de la hoy presidenta honoraria del DIF Estatal, Fernanda Espinoza de los Monteros Cuéllar.
Quién lo diría, los funcionarios menistas son los que siguen mandando e imponiendo sus criterios y medidas que los limitados lorenistas han aceptado y que serán los primeros en incumplir.
En síntesis, el gabinete de Lorena Cuellar no cayó ni ha gustado a muchos tlaxcaltecas; por lo que hay decepción y hasta severas críticas por la inexperiencia y pago de facturas que dicen representan algunos futuros funcionarios, sin embargo habrá que darle el beneficio de la duda para ver qué tan eficiente resulta, sobre todo a la hora de entregar resultados en los próximos 4 meses, plazo que Lorena Cuellar también prometió para entregarle buenos resultados a Tlaxcala.