Nuestro sistema de justicia ha dado muestras de ser imperfecto desde hace mucho tiempo. Y no es que tenga intención de hacer un señalamiento en específico, simplemente es que la justicia en México es una entelequia porque solamente existe en nuestra imaginación y en la de aquellos que la reseñan, porque la verdad es que cada día nos enredamos más y pocos resultados a satisfacción de los mexicanos encontramos en las decisiones de quienes debieran protegernos y que solamente se contentan con dejar pasar las cosas.
También se dedicaron a cuestionar la autoridad del Gobernador de Oaxaca, a quien incluso buscaron someter a sus instrucciones porque desde tiempo atrás alguien de alto nivel tuvo la ocurrencia de cederles el ejercicio del presupuesto de la educación para que fuera la organización magisterial la que decidiera el destino del dinero y la forma en que debieran aplicarse los programas a los educandos. Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán han sido un desastre en materia de formación educativa, y por ello adquirieron la poco honrosa de convertirse en los estados más pobres del país. Los miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación nunca entendieron que la educación es el único camino para sacar a un pueblo de la pobreza, y eso quiere decir que su infinita ignorancia les impidió visualizar el daño que le ataban causando a los mexicanos.
Si nos vamos del lado opuesto, y sabían el daño que estaban causando a la población infantil de México, lo menos que podrían merecer es una dosis de años de trabajos forzados para reparar el daño causado y la inquina que siempre mostraron por las estructuras gubernativas del país. Antier fueron detenidos dos de los liderazgos magisteriales que mayor daño han provocado al país: Rubén Núñez Ginés y Francisco Villalobos. Son los autores de gran parte de la pobreza de los estados a que me referí líneas atrás. Uno fue detenido en Oaxaca y el otro en Ecatepec, donde pernoctaba en la comodidad de una casa mientras a los maestros los mantiene durmiendo en la calle y haciendo sus necesidades en las coladeras.
No puede haber regreso por parte del Gobierno Federal porque de no mantenerse dentro de la estricta aplicación de la ley, lo previsible es que la insurrección se riegue por todos los rincones del país a través de las organizaciones afines a la CNTE que estarán esperando cualquier muestra de debilidad para salirse a las calles y hacer lo que saben hacer muy bien. La ley no se negocia, se aplica, y esa tiene que ser la mística del Gobierno Federal en estos momentos. Si la Reforma Educativa ha sido uno de los proyectos más importante para el Presidente Enrique Peña Nieto, más lo tiene que ser la estricta aplicación de la ley. Al tiempo. [email protected]