Moisés Sánchez Limón
No es el número de muertos, es el terror. Pero, ¡caray!, Andrés Manuel I, de veras pinches exagerados.
Porque, bueno, ahí tiene usted a lo dicho por el docto Adán Augusto López Hernández:
“Esto no fue, esto ya lo dejamos claro, no son atentados terroristas, no hay que magnificar los hechos.
“No, no debe de verse más allá de la propaganda. Algún día, si tiene oportunidad, platicamos qué significa atentado terrorista”, dijo el presidenciable –¿a poco no?–secretario de Gobernación a un reportero, en la conferencia de prensa ofrecida por el gabinete de seguridad.
Sí, esa conferencia para demostrar que el crimen organizado anda nervioso y está mermado y por eso hace propaganda con la quema de vehículos de todo tamaño y plomazos a diestra y siniestra contra ciudadanos. ¡Vaya merma!
Y lo dijo el enterado secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, quien sostuvo que la violencia de fin de semana fue porque el crimen organizado está debilitado. “(…) Quieren sentirse aún fuertes y a manera de publicidad están mandando mensajes que aún son fuertes cuando en realidad se ha ido avanzando y minando la estructura criminal”, dijo el divisionario en esa conferencia.
¡Ah!, ¡claro!, no podía quedarse atrás el cuasi candidato de Morena al gobierno de Coahuila, que cobra como subsecretario de Seguridad y responde al nombre de Ricardo Mejía Berdeja, cuya conclusión fue que la violencia responde a que los grupos criminales están mermado”.
En serio, no se ría. Aunque usted se preguntará dónde andaban los efectivos –como dicen los clásicos—de la Guardia Nacional, del ejército y la marina y, bueno, los municipales y estatales, en esos lugares donde los delincuentes quemaron tiendas de conveniencia y hasta una gasolinería y mataron a civiles.
¿Dónde, carajos?
Porque el candidato Mejía Berdeja sostuvo, en serio, que esos canijos criminales “están tratando de mostrar cierta fuera a través de generar estas acciones de violencia o de propaganda criminal”, pero “hay un despliegue como no había antes de elementos de seguridad”.
Sí, en serio, preocúpese porque mientras los integrantes del gabinete de seguridad dicen que el crimen organizado anda apanicado y jodido porque se le está combatiendo casi, casi de frente, perfil y tres cuartos, éste secuestra, asesina y se disputa plazas para el trasiego de las drogas letales que consumen los jóvenes ninis y de toda naturaleza social.
Por eso, por eso, Su Alteza Serenísima considera firmemente ofrecer homilía sabatina para no dar tregua a conservadores y neoliberales.
Y es que, mire usted, desde su óptica analítica, profundamente analítica, el licenciado presidente considera que, el pasado fin de semana, pretendieron “levantar toda una campaña de inestabilidad en el país, de desgobierno, aun con la mentira porque sí hubieron estos hechos”.
¡Claro! ¿Y por qué no?, hasta mañanera dominical.
“(…) sí, sí, porque si les damos tiempo también a nuestros adversarios, los conservadores, que quieren que nos vaya mal y están muy desesperados, nerviosos, haciendo propaganda, usan los fines de semana para manipular, distorsionar las cosas”.
¿Distorsionar la realidad?
Bueno, bueno, si el canijo Reforma aludió a muchos muertos en los disturbios, pues voló la nota, quizá tiene otros datos pero, de ahí a que, como acusó el licenciado presidente de que con sensacionalismo esté creando un ambiente de incertidumbre y hasta levantar una campaña de inestabilidad en el país, es grave.
Y si el Duce tiene pruebas, pues luego, luego, porque en estos casos la ley es la ley.
¡A poco no!
Por eso anunció la conferencia del gabinete de seguridad, para desmentir al Reforma.
“Y decirle al pueblo de México que estén tranquilos, que hay gobernabilidad, hay estabilidad. Y al mismo tiempo hay un interés de nuestros adversarios, los conservadores de magnificar las cosas, de hacer periodismo amarillista, sensacionalista”.
Sí, ¡carajo!, pinches periodistas no entienden que la patria es primero.
Así que Su Alteza Serenísima acusa y estigmatiza como lo han acusado de frente, como la valiente colega Haydé que anda en España y por eso la pusieron bajo sospecha de haberle dicho tres verdades al licenciado presidente porque le solventaron el viaje, cuando éste lo ganó mediante una beca. Pero…
–¿No sé si tienes ahí hasta una periodista estadounidense, mexicana-estadounidense?—urgió Andrés Manuel I a su asistente que cobra como vocero presidencial, Chucho Ramírez, para acusar a Dolia Estévez.
–Miren –llamó la atención a los asistentes a la mañanera–. Esto es falso, por eso es que tenemos que estar informando constantemente. Imagínense si no se informara. Porque el hampa del periodismo sostiene la máxima de Goebbels, de que una mentira que se repite muchas veces puede convertirse en verdad. Entonces, tenemos que estar informando, y enfrentando rumores.
¿Seré integrante de esa hampa del periodismo por no aplaudir a Su Alteza Serenísima ni defender, so riego de incurrir en el papelazo de mercenario y payaso de la mañanera? Disculpe la pregunta en primera persona, pero, deveritas, deveritas, el licenciado presidente se pasa…
“‘Cuatro días de terror, narcobloqueos, ataques y 260 muertos’. Reforma. Miren. Nada más ponerle aquí Alarma! Los jóvenes no saben de la revista Alarma! Un día vamos a hablar de esa revista, es interesante. Y la señora Dolia Estévez”. Y Dolia en el expediente de favoritos del licenciado López Obrador para repartir culpas.
Pero, ¿dónde andaban los soldados disfrazados con uniformes color gris cuando los delincuentes operaron libres, como en casa, para incendiar y asesinar a sangre fría. Padrísimo que “hay un despliegue como no había antes de elementos de seguridad”, según presumió el candidato Mejía Berdeja en consonancia con el discurso del Santo Patrono de los otros datos.
Vaya, el licenciado presidente presume que, precisamente el pasado “fue de los fines de semana, aunque parezca increíble, con menos homicidios; sin embargo, por la propaganda, la percepción es otra”, acusa y sostiene que “tiene que ver también con el interés de quienes llevaron a cabo estas acciones, de hacer también propaganda. Quema de vehículos, quema de Oxxos y —vuélveme a poner el Reforma, la portada— el país en llamas, ¿no? y el infierno. Son muy obvios”.
¿Propaganda obvia?
Sí, sí, Andrés Manuel I, son los pinches periodistas y los medios de comunicación amarillistas, sensacionalistas que difunden lo que ocurre en la calle, en el país.
Y que, como la licenciada Shaila Rosagel, que se presenta corresponsal de Grupo Healy: El Imparcial, de Sonora; La Crónica, de Mexicali; Frontera, de Tijuana, le pregunta:
–Presidente, precisamente sobre lo ocurrido en Baja California, esta quema de vehículos que se dio el viernes, que causó pánico entre la población allá en Baja California. ¿Cuál sería el mensaje que usted enviaría a los bajacalifornianos?
–(…) Pero en el caso de Tijuana y Ensenada, no. Fue más propaganda, o sea, quema de vehículos y otras actividades que afortunadamente no significaron la pérdida de vidas humanas– respondió con firmeza, la que le otorga el conocimiento de la radiografía del país, por supuesto con sus datos que nadie, nadie se atreve a pedir la fuente.
Sí, señoras y señores, Su Alteza Serenísima asegura que “por eso hay que gente que está pensando que tiene que ver con cuestiones políticas, pero eso es mejor mantenerlo como una hipótesis y no darle tanta importancia, porque hasta en el supuesto de que fuese así, aceptando sin conceder, como dicen los abogados, pues eso no funciona, ¿qué les va a ayudar a los adversarios? Sólo que estén muy desesperados y que estén molestos, enfurecidos, pero es muy irracional. Pero, además, no tiene eficacia porque la gente se da cuenta de todo”.
¡Claro!, por supuesto, la gente se da cuenta y sabe que es pura cabrona propaganda de los adversarios y de esos delincuentes que, como aseguran Adán Augusto y el secretario Luis Cresencio y hasta el subsecretario Mejía Berdeja, están mermados y reaccionan con violencia para demostrar fuerza.
Sí, sí, pero ¿dónde estaban los soldados y marinos, los integrantes de la GN y de las policías estatales y municipales cuando sicarios del crimen organizado hicieron lo que hicieron?
Su Alteza Serenísima Andrés Manuel I asegura que “no hay ningún problema mayor, pero sí quieren agarrar esa bandera de la violencia, pero bueno, ya dije, ya informé de cuántos homicidios hubo el fin de semana.
“Claro, aquí son dos cosas, la realidad y la percepción, ¿y qué cosa es lo que manejan los medios informativos del conservadurismo? Pues la percepción, crear un ambiente de miedo, de temor: ‘¡Qué barbaridad! ¡Es ingobernable el país!’ No es cierto”.
¡Caray!, voy a someter a estudio clínico mi percepción de la realidad y convoco a todos mis colegas que son difamados y estigmatizados por el licenciado presidente, que hagan lo propio, porque como dice el marido a su mujer en un acto de contrición: no eres tú, soy yo…
Y, en ese ánimo, sólo pregunto, con todo respeto, al licenciado presidente, si como dice que hay 400 mil elementos para cuidar al pueblo sin violar derechos humanos, ¿dónde andaban el pasado fin de semana?
O de plano hay que hacerle caso a Andrés Manuel I y dejar de lado la canija percepción de que algo malo, muy malo ocurre en el país, porque la violencia no implica terror y el docto Adán Augusto se ofreció para disertar acerca del terrorismo.
La verdad es que vuelve la tranquilidad a los mexicanos, incluso a los fifís, el mensaje de Su Alteza Serenísima. Lea usted lo que declaró y, por favor, por favor, no se ría. Lo que ve y escucha en la tele y lee en los diarios no es cierto:
“Entonces, es decirle a la gente: Vamos bien, no se dejen manipular. Es evidente, yo no sé si haya conexión o mano negra, si se haya instrumentado esto, si se haya articulado. De lo que no tengo duda es de que nuestros opositores, los conservadores corruptos, sí ayudan en la propaganda negra”, declaró Andrés Manuel I.
¡Caray!, la pura verdad en voz del prócer, aunque no dé nombres ni identifique a los responsables de sembrar miedo entre la población con la propaganda repartida a plomazos y la quema de negocios y vehículos. Nombres, nombres, menos rollo. ¡Pinches exagerados! Digo.
(fotografía Infobae)