Ciudad de México.- Leopoldo Acosta García advirtió desde el pasado 6 de mayo a la Jefa e Gobierno Claudia Sheinbaum que la planeación del Cablebús en Cuautepec ofrecerá una contribución mínima al problema del transporte, que con los 3 mil millones de pesos podrían hacerse maravillas utilizándolos en la liberación de las avenidas principales y construyendo vías tipo autopista paralelas a las barrancas, y que si no escuchan la solución propuesta por los vecinos será un gasto en vano que marcará su administración.
Como resultado de las 3 cartas enviadas en febrero y marzo, Acosta García fue recibido el 23 de abril por el director de Planeación y Programación de la Secretaría de Movilidad (Semovi), José Manuel Landín Álvarez, de cuya reunión “pude constatar que se está dispuesto a aceptar que la mayoría de la gente en Cuautepec no podrá utilizar este servicio (del Cablebús), pero no se acepta ni remotamente que pudiera ser suspendido hasta una revisión profunda con la participación verdadera de gente bien informada y/o especialista de Cuautepec”.
De la misma forma, le comentó Acosta a la Jefa de Gobierno en la carta recibida en la Dirección General de Resolución a la Demanda Ciudadana el 6 de mayo, el gobierno de la Ciudad está dispuesto a aceptar que el gasto de 3 mil millones de pesos “sería apenas una contribución mínima al problema del transporte en Cuautepec”, como también ya lo reconoció el director del Órgano Regulador de Transporte de la Ciudad de México (ORT), Pável Sosa Martínez quien el 24 de septiembre dijo al diario La Razón que “la Línea 1 del Cablebús, atenderá únicamente 11 por ciento de la demanda de movilidad en la zona”.
Un sistema aéreo como el Cablebús es apropiado para zonas de difícil acceso geográfico, en terreno montañoso con pendientes de hasta de 60 grados, pero “el trazo de la línea en Cuautepec está en terreno prácticamente plano. Ciertamente en Cuautepec hay colinas donde la gente vive sobre esas pendientes, pero resulta que esas zonas quedan totalmente fuera de la zona de influencia del trazo del Cablebús y ni siquiera el ramal a ‘La Brecha’ cumple con el requisito de difícil accesibilidad”.
Por lo que Leopoldo Acosta García, quien es ingeniero mecánico y psicólogo social, propuso a la Jefa de Gobierno que una simple vialidad libre de talleres de reparación en la vía pública, retiro de tianguis de las principales vías de acceso a Cuautepec y de los topes constantes, además de paradas exclusivas del transporte público y otras medidas de regulación del tráfico “serían la solución más integral, económica y racional”.
Pero si la idea es gastar 3 mil millones de pesos, dijo el vecino de Cuautepec a la Jefa de Gobierno, “pudieran hacerse verdaderas maravillas para una solución integral al problema del transporte” no sólo para los que requieren llegar a Indios Verdes, sino a otras direcciones como Vallejo, Tlalnepantla, izcalli y otros municipios del norte.
No hacerlo así, le expresó, hace notar una “terrible insensibilidad” porque, además “de la falta de información fidedigna y embebidos y entusiasmados por un proyecto novedoso están a punto de causar un desastre donde usted será responsable ante la sociedad”.
Y finalizó la carta: “Si a pesar de todo, como parece ser que la inercia política y económica obliga a realizar este proyecto, me permito finalizar la presente con un pronóstico que espero sinceramente no se cumpla: en lugar de resultar un proyecto emblemático positivo del gibierno, va a ser un crimen de lesa humanidad gastar 3 mil millones de pesos y dejar intactos o agravar los problemas de transporte, colocarnos una contaminación visual contínua sobre nuestras cabezas, ocupar los pocos espacios públicos con una concentración de gente tipo Pantitlán o Indios Verdes y dejar a los pies del Cablebús ríos de agua por temporada, que ya han causado víctimas mortales y enormes pérdidas por inundaciones”.
