Miguel Ángel Casique Olivos
“Yo como digo una cosa digo otra…”; así es el nuevo gobierno de López Obrador.
A inicios de septiembre, el presidente morenista electo, Andrés Manuel López Obrador, dijo que el país atravesaba problemas, pero que había estabilidad económica y que no había crisis política; no ha pasado ni un mes de esas declaraciones cuando este domingo dijo que ve a México en bancarrota y que posiblemente no se cumplan las demandas de la población; una disculpa anticipada para lo que prometió y sigue prometiendo.
Las reacciones no se hicieron esperar; tanto políticos como el priista Miguel Ángel Osorio Chong, el panista Damián Zepeda Vidales y personajes de la vida empresarial como Claudio González, del Consejo de Kimberly-Clark de México y Juan Pablo Castañón, Presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), se han pronunciado y han dicho que eso es la antesala para decir que no cumplirá con lo que prometió en campaña.
Y aunque también reaccionaron Mario Delgado, Coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, y reafirmó la declaración de AMLO, y también dijo que sí se cumplirá con todo lo que se prometió en campaña. Lo cierto es que está muy lejos de ver que se vaya a cumplir.
Ningún mexicano duda de que México tiene serios problemas económicos, políticos y sociales; en los económicos observamos un crecimiento lento en la economía y vemos cómo al menos 80 o 90 millones de mexicanos padecen pobreza, y algunos analistas de economía dicen que la cifra ya se acerca a 100 millones, aquí también encontramos que los salarios de los trabajadores son muy bajos y no alcanzan ni siquiera para adquirir la canasta básica.
En lo político, no hay duda de que en ningún otro sexenio se había visto tanta corrupción, que aunque en parte se ha hecho justicia y se está castigando a los que cometieron este delito, el problema se ahondó más en este sexenio, pero que ya venía arrastrándose en décadas anteriores.
Tampoco nadie duda que en la política, hay mucho desvío de recursos económicos para otros fines, menos para ayudar a la sociedad en infraestructura deportiva, salud, empleos y atención a la ciudadanía en obras y servicios básicos para sus comunidades, ejemplos de estos gobiernos sobran: Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Veracruz, la misma Ciudad de México, etc.
Y en lo social, como consecuencia, quizá de una mala economía del país y una errónea aplicación de la política pública por parte de los gobiernos en sus tres niveles; los problemas sociales también son muchos: delincuencia, inseguridad, violencia intrafamiliar, insalubridad, empleo informal, etc., todo ello sin embargo, con una sola raíz, la pobreza en la que viven y atraviesan las familias.
Pero aún y con esto, el que López Obrador diga que México está en bancarrota y que existe la posibilidad de que no se cumpla con las demandas de la sociedad, sí es un aviso de que ¡No se cumplirá con lo que se prometió! Y mucho menos se atenderán las demás necesidades que tenga la población. Desde López Obrador hasta su coordinador en San Lázaro, aplican la frase del famoso personaje “La Chimoltrufia” de “Yo como digo una cosa digo otra”, los ejemplos sobran. Señor Presidente López Obrador, ¿hay crisis y estabilidad política o está México en bancarrota? Señor Mario Delgado: ¿votó a favor de la Reforma Educativa y ahora dice que no dejará ni una coma?. Perdónalos señor, sí saben lo que hacen.
El clímax político…
Ignorará Omar Fayad Meneses a los 40 mil hidalguenses que protestaran el 26 de septiembre de 2018 en Pachuca; si los ignora la tensión va a subir y la denuncia de un gobierno que falla y no cumple seguirá difundiéndose por todo el estado y comenzará a salir de las fronteras; y, la dirigencia priista tendrá que manifestarse sobre el actuar de “distinguido priista” que ve la tempestad y no se inca.
Si no los ignora, sucederá todo lo contrario, lo puede mostrar como un gobierno que atiende a la ciudadanía y no sólo le ayudará a sus aspiraciones políticas, que pueden quedar truncadas al término del sexenio; debería estudiar el caso de Francisco Garrido Patrón que quiso ignorar y reprimir a los antorchistas durante todo su mandato y al término, quedó en el bote de la basura de la historia. Este jueves 20 de septiembre en la Cámara de diputados unos 200 antorchistas de la Ciudad de México, realizarán una denuncia a través de volantes y vinilonas: “Omar Fayad no cumple y miente”, gritarán para que los diputados escuchen e intervengan. Por el momento, querido lector es todo.