Miguel Ángel Casique Olivos
“Apoyos” con tarjetas no detienen la inconformidad social
Con las reformas no debería estarse jugando, pero eso no lo entienden ni los diputados ni el mismo gobierno en turno, pues lo que buscan en la aprobación de reformas, laboral o educativa, es sacar provecho ellos y olvidar a quienes debería ir dirigida tal o cual reforma, a los marginados y pobres de México.
El martes 30 de abril, por falta de un voto de Morena, el Senado rechazó la Reforma Educativa; según hubo 81 votos, 39 en contra y dos abstenciones y se sabe que así no se logró las dos terceras partes necesarias para su aprobación y, por tanto, se devolvió a la Cámara de Diputados con las modificaciones aprobadas.
Según el voto que faltó es el del senador de Morena, Salomón Jara; la Reforma Educativa que el presidente López Obrador propuso no pasó, los cinco minutos reglamentarios que Martí Batres, presidente del Senado, debió mantener abiertos en el tablero de la votación se acabaron, pero el voto nunca llegó.
Más allá del peloteo que haya entre ambas Cámaras se ve que, o no hay buenos acuerdos entre los legisladores morenistas y no se someten a lo que el dedito del presidente diga, o ya comienza la rebeldía en el granjero y veremos como se tejen otros acuerdos en los que pondría en serios aprietos al presidente mexicano.
Si es lo primero es un mal ejemplo para todo el gabinete porque eso se va a seguir replicando y veremos más rebeldía que se dará durante los próximos meses antes de que termine el 2019, algo que se puede cubrir con los gobernadores priistas que ya se están sometiendo a los designios obradoristas como es el caso del gobernador Omar Fayad y Alfredo del Mazo o, también pudiera ser, con la conquista de Morena en Puebla y Baja California.
Y si se estuvieran teniendo acuerdos entre otros partidos y “convenciendo” a legisladores morenistas para que le hagan el feo a las propuestas del presidente para que no pasen tan fácilmente en la Cámara de Senadores, alguien en el equipo de Obrador debería reaccionar porque aunado a eso la inconformidad social está creciendo debido a la inoperancia del programa de apoyos a través de las famosas tarjetas; porque se sabe, de voz directa de la población, que Morena no tiene la estructura ni para levantar un censo correcto.
Los apoyos con tarjetas, por ejemplo, jamás van a resolver necesidades colectivas de la población como pavimentación de calles, construcción de escuelas, introducción de drenajes o luz eléctrica en pueblos o colonias que no cuenta con estos servicios; sin embargo, la respuesta en la del gobierno federal, a través de la la Segob federal, sigue siendo ignorar y satanizar los cuidados que exigen sean atendidas obras y servicios. El crecimiento de la inconformidad social, parece, no se va a parar con apoyos directos vía tarjetas electrónicas.
El clímax no político…
Según el Inegi, en su informe trimestral, el PIB del país cayo 0.2 por ciento comparado con el trimestre previo; ese dato, sin embargo, representa el peor crecimiento para un comienzo de sexenio desde la administración de Ernesto Zedillo, momento en que la economía retrocedió 5.7%. Pero ¿qué es lo que a afectado la economía de México?; el mismo documento dice que los bloqueos, la huelgas y el huachicol; pero seguramente no sólo es eso, sino la incapacidad que tienen el gobierno federal para dar garantía a los capitales extranjeros para que inviertan en el país y sí se alejan cada vez más; eso lo vemos cuando el gobierno federal otorga cada vez más concesiones sin licitar, ya sea a su compadre a otros empresas cercanas a él. Por el momento, querido lector, es todo.