Por: Miguel Ángel Casique
Pancho Domínguez une a Querétaro,… pero en su contra.
Se fragua cruzada para llamar a no votar por el PAN.
“Mira, cabrón, te voy a partir la madre” (Pancho Domínguez a ex gobernador de Durango); “No tienes nada que hacer aquí” (PD a Moreno Valle); “Les vamos a poner un hasta aquí… es una advertencia y la vamos a cumplir” (PD a los antorchistas de Querétaro); hermoso y florido lenguaje de un servidor público, ni más ni menos que del gobernador panista Francisco Domínguez Servién, que por esas reacciones viscerales en sus declaraciones se ha ganado el rechazo y se ha metido ya en confrontación con sectores del pueblo queretano y diversos actores políticos.
Aunado a esto llama la atención que ayer el candidato priista José Antonio Meade, elogiara la gestión del panista, también llama la atención que algunos medios locales, con unas horas de diferencia, pusieran en notas informativas titulares como “Frenará gobierno marcha masiva de antorchistas en Querétaro”, bien dice el dicho popular “El diablo los hace y ellos se juntan”. Pero, cuál es la razón para mostrar el cobre y amenazar directamente a la sociedad civil, organizada con pleno derecho, en un estado donde un 5 de febrero de 1917, hace 100 años, se proclamó la Constitución Política de los estados Unidos Mexicanos. La respuesta es que el gobierno niega atención a demandas de obra social.
Esa política no es nueva, será suficiente leer el libro de la historia e información reciente que la prensa estatal y nacional han dado a conocer para saber cómo se está gobernando en la entidad. El gobierno de Domínguez Servién fue evaluado el año pasado por Consulta Mitofski, la evaluación consistió en ver qué tanto la población acepta a su gobernador; la resultante fue que sólo el 32.4% está de acuerdo con él y en desacuerdo el 66.3% contra un 1.3% que no contestó; en términos llanos, voz de los encuestados, sólo 3 de cada 10 habitantes aprueban la forma en que se conduce la política gubernamental. Nos cuentan, además, que los dos últimos meses del año que terminó, la imagen de mal gobierno ha cundido y ahora 8 de cada 10 ciudadanos no están de acuerdo con su gobierno. ¡No me ayudes compadre!, una alerta para el panismo en tiempos electorales.
Querétaro es uno de los estados en donde sí han desfilado gobiernos que amenazan, agreden y reprimen; los habitantes recuerdan la administración del ultraderechista Francisco Garrido Patrón, que dicho sea de paso, fue parte de la formación del actual precandidato Ricardo Anaya.
Los antecedentes de Pancho Domínguez no son bien vistos, aún le recuerdan que el 19 de mayo de 2015, medios nacionales dieron a conocer que Alejandro Domínguez Servién, su hermano, sostuvo un encuentro con César Gastélum Serrano, nada menos que un líder criminal en Sinaloa, las pruebas se presentaron en la prensa y no se dijo más. Dime con quién andas y te diré quién eres, reza el dicho popular.
Ricardo Anaya bien haría en recomendarles a sus gobernadores albiazules que esos desplantes de prepotencia serán castigados en las urnas del próximo mes de julio; asimismo, los asesores del candidato tricolor bien harían en decirle y recordarle que con la retención del gobierno mexiquense el PRI sólo se mantuvo de pie y que esto, más los elogios a políticas antipopulares, no garantizará buenos resultados para mantenerse en Los Pinos.
El gobernador queretano no conoce la verdadera esencia del poder que el pueblo le otorgó y como consecuencia, está exactamente en la posición del aprendiz de brujo, sabe bien cómo invocar al diablo pero no sabrá cómo regresarlo a su antigua morada y terminará siendo víctima de su imprudencia. Los queretanos son cerca de dos millones y el gobernador uno, los desamparados han sido por décadas y la gubernatura sólo dura 6 años. Dicen, los que ahora amenaza, que le pida su espejito a Garrido Patrón y ahí vea su destino.
Los panistas, total, nunca han negado su historia y siempre han persistido en su línea radical y cada vez que alguno de ellos se les concede gobernar vuelven a enseñar su verdadera naturaleza; como ejemplo están los alardes de aquellos que quisieron quitar a las calles el nombre de Benito Juárez; otros que avanzaban con prohibir las minifaldas y las expresiones malsonantes en los partidos de futból; o los que siempre han querido obligar a los ciudadanos a que se presenten de manera individual y no en forma de comisiones de gente organizada. En las calles de Querétaro ya se escucha que en el PAN nada es diferente, sigue siendo un partido de Derecha y que representa los intereses de los sectores más reaccionarios de México; por eso, ya hay miles de voces de todos los sectores (en Querétaro y Puebla) que comienzan a filtrar que en México podría iniciarse una cruzada llamando a no votar por la derecha cavernaria y retrógrada.
El no clímax político… Durante las precampañas no hubo precampañas, siempre se supo que todo se perfilaba para que ya fueran campañas y así sucedió, tres eran los “precandidatos” y no había ni un verde, azul o morenista que modificara o tumbara las designaciones; no hubo competencias, las tres fuerzas políticas aceptaron las negociaciones internas, hoy ya estamos pasado al segundo capítulo de la comedia electoral. En esto, los mexicanos saben que, sólo hay que escoger al menos ladrón, menos corrupto y menos malo para encargarle las riendas de la nación.
Nos comentan que la renuncia del senador Javier Lozano no causó gran sorpresa, porque su lealtad, desde antes, ya estaba con el PRI, eso aseguró el panista Fernando Rodríguez. Ricardo Anaya sólo le brindó un “que le vaya bien”. Aun sin definirse cuándo se dará la noticia de la salida de Osorio Chong, que puede ser entre mañana jueves o viernes, ya ayer en la casona de Bucareli hubo reunión familiar como cuando un integrante se comienza a despedir, por lo visto todos le desean éxito.
Mañana en el Salón de Los Ángeles, a las 6 de la tarde, la bailarina Elisa Carrillo presentará su espectáculo Baila por México, iniciativa para recaudar fondos para la reconstrucción de viviendas en el Estado de México; nos comentan que la bailarina se siente orgullosa de que el baile sirva para para ayudar a otros, para colaborar con los que perdieron todo con los sismos de septiembre. Su allegados aseguran que que ella reafirma que “desde cualquier ámbito se puede colaborar y mostrar que la vida continúa con la solidaridad de todos”. Una vez más esto es un no clímax político para el modelo o forma de gobernar en México. Por el momento, querido lector, es todo.
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