Por: Miguel Ángel Casique
Crisis de credibilidad en tiempos electorales
Nadie que esté medianamente informado duda que en la actualidad existe una crisis de credibilidad en los medios de comunicación y que se acentúa en tiempos electorales, donde la manipulación hacia el electorado deber ser, casi obligatoriamente, en los discursos políticos de todos los candidatos.
Para que los candidatos “perfectos” puedan lograr su objetivo siempre habrá algo de falsedad en la información y el lo que prometen a la ciudadanía, ellos saben que un alto porcentaje de lo que prometen en sus campañas nunca lo van cumplir; sus discursos se quedarán en el aire y sólo habrán sido promesas una vez que hayan alcanzado su meta: encumbrarse en el poder político.
Casi a partir del 2010 la información en México, a través de diferentes portales de internet comenzó su crecimiento; con esto, primero, la viralidad de las noticias era más efectiva; segundo, se hacen más creíbles una vez que ya están en circulación y son consumidas por el lector, casi sin rechistar o verificar qué tanto de verdad tienen; y tercero, se comenzó a dar un rompimiento casi automático con los medios tradicionales. Las redes sociales, Facebook y Twitter, hicieron su papel en esta última década.
El papel de muchos medios digitales es generar información que casi automáticamente es consultada dada la velocidad con que se publica; ahora quiere uno ver información del momento, ya no de lo que ocurrió ayer o esta mañana o incluso hace dos o una hora; esto ha llevado al error de que el receptor de las noticias se interesa muy poco en saber que tan verídica es y cuál es su fuente, lo que le interesa estar informado ya, rápidamente aunque para eso tenga que sacrificarse la veracidad de la información. Así es también como se ha ido aplanando el camino para las Fake News.
Y estas Fake News no son espontáneas o “inocentes, siempre han tenido un objetivo en los tiempos electorales que es dañar la imagen del candidato, político, funcionario y una vez logrado, modificar la opinión digital para que la intención de voto hacia uno u otro sea favorable. En las Fake News hay mucha inversión económica pues además de los sitios de noticias que se requiere, es necesario un especialista que entienda de estrategias y algoritmos para colocarlas en tendencia; las noticias falsas, pues son un mecanismo de control y de sometimiento informativo.
La crisis de credibilidad en México y en buena parte del mundo está a la orden del día. Nadie cree en sus gobernantes, nadie cree en los partidos políticos y nadie cree que al poder político vaya a llegar alguien que verdaderamente cambie la situación. Al no creer en instituciones del sistema político actual, se recurre a la manipulación ideológica, a la poca capacidad que tenemos los mexicanos para descifrar la información que nos brindan los medios tradicionales como la prensa escrita, radio o televisión. Ahora tampoco somos capaces de descifrar la información que nos provee cada segundo el internet y las redes sociales.
Lo cierto es que algunos especialistas han recomendado que hay una corresponsabilidad tanto de los medios como de los usuarios y esto debe obligar a: 1) Que los medios realicen siempre un trabajo periodístico profesional y ético, un periodismo veraz y crítico, pero jamás un periodismo mentiroso y banal; 2) exige del usuario una conducta diferente ante las Fake News que nos encontremos; pues una vez que hemos decidido enterarnos, por el medio que sea, de alguna noticia estamos obligados a comprobar, hasta donde nos sea posible su veracidad y no quedarnos con lo que se nos dice o informa; lo importante también es aprehender a ser responsables sobre lo que se haga con esa noticia una vez que está en nuestras manos. Las noticias falsas jamás funcionarían si nosotros no las compartiéramos.
Si en los tiempos electorales las Fake News han tenido un impacto mayor y han hecho que la crisis de credibilidad sea mayor, sigue siendo responsabilidad de los medios y de los usuarios que consumimos ese tipo de noticias. Para darnos cuenta de esa manipulación mediática, electoral e ideológica necesitamos un México educado y culto y para ese día aún falta un largo camino que recorrer.
El clímax no político… El “Bronco” estará en la boleta electoral. ¿Por qué estará? ¿A quién le restará votos? Sólo son preguntas para responder. Por el momento, querido lector, es todo.
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