Miguel Ángel Casique Olivos
Alcaldesa de Puerto Morelos, Quintana Roo, olvida a los más pobres.
Puerto Morelos a pesar de ser una pequeña población, que apenas y rebasa los 10 mil habitantes y que se encuentra ubicada entre dos grandes desarrollos turísticos reconocidos a nivel internacional (Cancún y Playa del Carmen) tiene una historia más antigua que estos; pero también en los recientes días tiene una historia de olvido y de falta de atención para los habitantes más pobres de ese lugar, pues se les niega servicios elementales (agua, luz, drenaje, etc.) para sus colonias y apoyos alimenticios o económicos para sobrellevar los estragos de la pandemia del Covid-19.
En ese pequeño municipio, el gobierno municipal de Laura Fernández Piña, como el gobierno federal, ha olvido a las familias más empobrecidas y afectadas por coronavirus y prefiere mostrar su municipio como un centro turístico, no le hace que se tenga que ocultar la miseria y la pobreza en varias colonias de ese lugar. En recientes días, la presidenta municipal del partido verde-ecologista, declaró que habría mano dura contra quienes violen disposiciones sanitarias en esta emergencia sanitaria a causa de la pandemia de Covid-19, decisión que por sí sola mercería un aplauso.
Una o dos semanas han transcurrido, cuando la funcionaria aseguró que era momento crítico en todo el estado con el repunte de contagios y el aumento en la ocupación hospitalaria en Quintana Roo, por lo que era imprescindible la colaboración responsable de todos, sin excepción, “no debemos bajar la guardia ni relajar las medidas de prevención contra el coronavirus”.
Esa misma actitud para que el regreso a la actividad económica de la zona se hiciera sin contratiempos, no se refleja para la atención de los grupos más vulnerables; por ejemplo, de los habitantes de la colonia “La Fe” la señora Clara Uribe Pérez expresó coraje, desesperación y decepción ya que “los gobiernos no ayudan al pueblo para sobrellevar la terrible situación.”
En esa colonia, pero en al menos una decena del municipio que gobierna Laura Fernández, han denunciado que desde que empezó la pandemia tienen muchas carencias como la falta de apoyos porque el ingreso con el trabajo de sus “empleos” informales ya no les da para completar lo más elemental como es la alimentación.
Incluso, a pesar de los esfuerzos de la alcaldía, el turismo es bajo; las playas y la zona arqueológica de Tulum están completamente vacías; por otro lado, como los estudiantes no están yendo a la escuela, para los trabajadores del volante en el servicio de taxis, oficio de algunos habitantes de colonias pobres, ha bajo su clientela, tanto, que al final de la jornada no logran sacar ni siquiera para reponer el gasto de la gasolina.
“Doña Clarita” y su hija “Gaby” son ejemplos de lo que viven millones de mexicanos que no tienen empleo y que ya no cuentan, en muchísimos casos, con alimento para sus familias, así que piensan y creen que los mexicanos de esa zona sur del país, pero en general de todo México, se deben unir, informarse y organizarse para exigir a las autoridades de los tres niveles de gobierno que implementen diversos programas de distribución de alimentos, dotación de medicamentos y apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas para que puedan salir de la terrible crisis en la que se encuentran inmersos actualmente.
En meses anteriores, a Laura Fernández, que ya es alcaldesa por segunda ocasión, se le aparecieron decenas de habitantes de su alcaldía y le mostraron inconformidad por que se había “ocultado” y manejado como un “bisne” la remodelación del parque principal, con un contrato jugoso de 19 millones de pesos; la esencia de los vecinos de Puerto Morelos, en realidad, era que mientras sucede eso y se asignan obras en lo oscurito a una empresa cuya identidad se desconocía. Los trabajos que se realizarían en el centro de la demarcación fueron rotundamente rechazados por los ciudadanos al considerarlos innecesarios, al mismo tiempo aseguraron que Laura Fernández es señalada por hacer negocios con su propio esposo, en la remodelación y sustitución del alumbrado público de Puerto Morelos.
Hoy, a cinco meses de la pandemia del Covid-19 la afectación está por todos los rincones del país, y es en todos lados donde se requiere atención de los gobiernos locales y no sólo ponerse de tapete, con el turismo o la clase rica, como sucede con la presidenta municipal, quien tiene en el abandono total a colonias como “La Fe” que no tienen ningún tipo de servicio, o “Tierra Nueva” que está por la misma situación; también por ejemplo la comunidad de “Leona Vicario” carece de pavimentación en sus calles. El llamado urgente para voltear a las necesidades de los pobres es prioridad en Puerto Morelos y en Quintana Roo y no ser gobiernos indiferentes con sus gobernados, porque gracias a estos, están encumbrados en el poder político. Por el momento querido lector, es todo.