Miguel Ángel Casique Olivos
AMLO sin Morena o Morena sin AMLO
El presidente mexicano, Andrés Manuel Obrador Obrador, que fundó el partido Morena hace cinco años, el pasado miércoles 28 de agosto lanzó un mensaje directo a Morena y lo amenazó con abandonarlo si se corrompe; otro de los mensajes que dijo es que podría irse con sus “fieles” a fundar otro partido si Morena se aleja de sus principios y pierde congruencia.
López Obrador da la impresión de que ya tomó un decisión, quien sabe si sea la más correcta, pero ya la tomó y es que él no puede ir pregonando y lanzando un discurso apegado a su “pensamiento y congruencia” (sólo de él) de que la 4T y su discurso van en rumbo o camino “correctos”, mientras que Morena vaya por otro, en dirección totalmente distinta.
El presidente sabe muy bien qué es lo que sucede con Morena y que ya ni su mismo partido le hace caso, tal es así que que no es ajeno a las peleas y las disputas de poder, y de que en el interior de Morena cada quien está jalando para donde más le convenga y con quién más le convenga; por ejemplo, las dimes y diretes entre Martí Batres y Ricardo Monreal en el Senado; también en los jaloneos y las discusiones entre Mario Delgado, Bertha Lujan, Yeidckol Polevnsky y Alejandro Rojas Días para quedarse con la dirigencia del partido.
Hace unos meses comentamos en este espacio que AMLO ya iba a voltear a hacia Morena para influir en él y fuera un su brazo fuerte para su gobierno; hoy se ve que ya lo quiere hacer, pero también se está dando cuenta que Morena no tiene una estructura bien hecha y no es una fuerza social; también, se ve, se dio cuenta que no va a poder controlar a todos los políticos morenistas que hoy gozan de poder político en el gobierno federal, las Cámara de Senadores y Diputados y mucho menos dominar a la dirigencia de Morena.
Todo indica que AMLO, al desmarcarse de la operación que orquestó Polevnsky, por ejemplo, en Baja California para comprar a diputados para que votaran para alargar el mandato de dos a cinco años; aunado a que ni Morena le hizo caso a su llamado de declinar al 50% del presupuesto para el partido, el presidente tiene ya otro objetivo.
¿Por qué AMLO lanza estos dos nuevos mensajes a los mexicanos y a los políticos?, ¿quién es más congruente, Morena o AMLO?, ¿se va a quedar solo AMLO o Morena? El mandatario le apuesta nuevamente a una manipulación de los mexicanos, él ya se dio cuenta que no puede controlar al partido y no no puede porque Morena no tiene la estructura para ello y sus líderes y principales cuadros no han sido formados en una dirección clara y precisa, en un dirección y línea política que le permita mantenerse unido y fuerte ante todo lo que pueda venir.
AMLO también ya se “comenzó” a dar cuenta que muchos mexicanos están inconformes porque su gobierno no ha podido ejecutar, a 9 meses de administración, un plan que presente un buen gobierno, un gobierno que vaya a fondo de los problemas sociales y que le permitan tener la misma popularidad, a pesar de que dicen, sigue siendo popular en poco más del 60%, nomás que esto no se ve con el hombre y la mujer de a pie que diariamente reclaman seguridad, apoyos en educación, vivienda, salud y un buen empleo.
AMLO sigue creyendo que puede dar un golpe de timón desde su gobierno para donde él quiera y desee; sigue creyendo que está navegando a mar abierto y que no le preocupa nada, y que las decisiones que tome las tendrá que hacer solo, sin su partido, entonces toma la opción de distanciarse y lanza la amenaza de que si Morena se corrompe o hay algo más, se irá del partido y fundará otro (Vaya congruencia del presidente).
La nueva manipulación para los mexicanos bien aquí, pues si AMLO llegara a tomar la decisión de abandonar su partido y se va con sus fieles a formar otro, sin duda está pensando arrastrar a todos los mexicanos que militan en otros partidos o todo aquel mexicano que quiera seguirlo, incluidos los políticos del color que sean. AMLO ya se dio cuenta que las promesas y los discursos, sino se acompañan de resultados y acciones hacia los mexicanos se acaba en tiempos pequeños; entonces para empezar con discursos “renovados” y otras “promesas” es necesario estar encumbrado en otro partido y aparentemente en con otro público.
Si esto fuera así, AMLO tampoco tiene bien calculado si el pueblo mexicano lo apoyará o lo abandonará; lo más seguro es que los resultados no sean los mismos que cuando ganó la presidencia; lo más seguro es que la gente ahora sí piense y reflexione un poco más su decisión, pues ya la experiencia y lo que ha vivido en estos 9 meses le dicen que AMLO es un político más, con un discurso hecho a modo para engañar y manipular, pero sin tener verdaderos proyectos que hagan de México un país próspero y justo. Por lo pronto todo indica que AMLO perderá más si se va de Morena que si se queda.
El clímax no político…
Y nuestra economía sigue por los suelos, pues con un crecimiento cercano a cero que se espera para este 2019, va a pegarle al negocio bancario, tanto en colocación de crédito como en un aumento en la morosidad, según un reporte de Moody’s, calificadora que ha movido, de estable a negativa, la perspectiva para el sistema bancario de México. Los problemas en la economía del país siguen al día; el gobierno, sin hacer nada. Por el momento, querido lector, es todo.