Miguel Ángel Casique Olivos
Dictamen preliminar oculta, una vez más, la corrupción y abandono de la L12
Tras el dictamen preliminar, -pues según lo declarado, apenas será el primero de tres informes que va a entregar la empresa noruega DNV sobre las causas que ocasionaron la tragedia de la Línea 12 del metro-, Marcelo Ebrard niega su responsabilidad y de hecho el actual canciller ya dijo que “todas las decisiones que se tomaron en la construcción de la L12 fueron colegiadas”.
Sin embargo, los cuestionamientos y señalamientos de la empresa contratada por el Gobierno de la Ciudad de México, ahí están: deficiencias en la construcción, malas conexiones en las trabes y soldaduras; reparaciones que no se hicieron adecuadamente en ese tramo donde fue la tragedia que costó la vida de 26 personas y decenas de heridos.
El dictamen inicial, que es la primera parte del peritaje completo que va a terminar en el mes de julio y agosto con dos entregas más, pega a Marcelo Ebrard, a Miguel Mancera y también a Claudia Sheinbaum, la consentida de López Obrador. Los detalles técnicos ayer fueron abundantes, videos e imágenes que apuntan, según los especialistas, a fallas estructurales como el hecho de usar soldadura de mala calidad, deficiencias en la soldadura al unir el perno y la viga, que se usaron menos pernos, y un largo etcétera.
La posición de AMLO en este tema es muy clara, ayudar y respaldar a Claudia Sheinbaum y dejar a su suerte a Marcelo Ebrard, que él se defienda como pueda; de Miguel Mancera, total, él no es candidateable. Por otro lado la empresa CICSA que es constructora de Grupo Carso, de Carlos Slim, también tendrán que decir algo, al menos a ver qué cara pone, aunque se sabe que perdió 3 mil 141 millones de pesos en sus acciones, que cerraron en 64.53 pesos, y según, es su precio más bajo desde el 4 de junio; no se nos olvide que entre Carlos Slim y López Obrador también ha existido una buena relación, desde que era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Recordemos que la Línea 12 empezó a construirse en julio de 2008 y se inauguró el 30 de octubre del 2012. La primera anomalía fue que se entregó 10 meses después de la fecha pactada en el contrato de la obra. Las empresas encargadas de construirla fueron Ingenieros Civiles Asociados (ICA), Carso Construcción y Alstom, las mismas que hoy –según se sabe– hacen la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el “nuevo aeropuerto” de Santa Lucía.
De 2006 a 2012, cuando Marcelo Ebrard gobernó el Distrito Federal, Mario Delgado –entonces Secretario de Finanzas–, aprobó el financiamiento de la Línea 12, avalando un sobrecosto del 70 por ciento. El ocho de agosto de 2007, Ebrard –hoy Secretario de Relaciones Exteriores– anunció la creación de la Línea 12, cuestionada en un sinfín de ocasiones porque en su diseño y construcción hubo errores, omisiones e improvisaciones. A estas deficiencias se suma la falta de mantenimiento en todas las líneas del Metro.
Además, también se ha señalado que una de las causas principales del accidente fueron los recortes presupuestales ordenados desde Palacio Nacional y por eso el PRI y el PAN, en los días de la tragedia, exigieron que Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum fueran separados de sus cargos y se desaforara a Mario Delgado, actualmente diputado federal, para que rindieran cuentas ante la justicia por “su probable responsabilidad” en el accidente. Sin embargo nada de eso sucedió y hoy, ante el dictamen preliminar, se ve, nada pasará.
Las fallas en la Línea 12 se hicieron evidentes desde su inauguración en 2012 y, en 2014, debió suspender sus servicios durante varios meses. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) y una comisión especial de la Cámara de Diputados detectaron múltiples irregularidades en su construcción y Ebrard tuvo que refugiarse en Francia.
La corrupción en la Línea 12 está documentada. En el primer mes de 2015 se detectaron los delitos de pago indebido, peculado, y uso indebido y abusivo del ejercicio público, facultades, atribuciones y funciones. Sin embargo, en 2018, el triunfo electoral de AMLO le “cayó como anillo al dedo” a varios de los funcionarios involucrados en esos delitos y hoy, después de librarse de la justicia, ya se ven en las boletas electorales de 2024.
A esas corruptelas se agrega el abandono en que las administraciones capitalinas posteriores a Ebrard sumieron al Metro. En 2020, varias denuncias ciudadanas alertaban sobre la falta de mantenimiento en la Línea 12 y señalaban a la directora del Metro, Florencia Serranía –a quien nadie toca ni con el pétalo de una rosa– y a Claudia Sheinbaum.
El dictamen preliminar pretende, una vez más, ocultar la corrupción y el abandono en que se encontraba la Línea 12 (y se encuentran varias líneas más) causas de una desgracia que costó la vida de 26 capitalinos. Ahora, Claudia Sheinbaum se sigue cobijando bajo el manto protector de AMLO y Marcelo Ebrard tendrá que defenderse sólo; AMLO sabe que es hora de entrar a defender más a la gobernante capitalina y por eso, también, sigue muy molesto con la mitad de los citadinos que votaron contra Morena el pasado 6 de junio en el corazón del país.
Lo que sí es cierto e inocultable es que de los familiares de los fallecidos ningún funcionario se acuerda; de los verdaderamente afectados y los que necesitan el transporte colectivo Metro para ir a laborar, nadie les propone alguna solución y atención definitivas. Por el momento, querido lector, es todo.