Miguel Ángel Casique
Varios sucesos internacionales y nacionales que ocurrieron en días recientes, sin lugar a dudas dejan mucho qué desear y qué pensar, sobre todo porque sucedieron en momentos en que los días, las semanas y los meses corren y en México la situación política, económica y social, en lugar de mejorar empeora debido a la política mal ejercida desde el poder federal, política que no tiene sustento sólido y que gobierna con ocurrencias y acciones que llevan a todos lados, menos a atender a la población mexicana en sus demandas más inmediatas como tener buena educación, buen empleo, atención en salud y vivienda, obras y servicios para colonias marginadas y pueblos, como: pavimentaciones y banquetas para sus avenidas o calles.
Uno de esos sucesos recientes, que aunque fue tema internacional repercute en la política nacional, fue la balacera en El Paso, Texas, donde al menos ocho mexicanos perdieron la vida; el hecho puso de inmediato la atención en nuestro país para ver qué declaraba o haría el canciller mexicano, Marcelo Ebrard; sin embargo, la reacción de fondo fue poca y aislada, casi sin intención que se hiciera; una reacción verdaderao, de condena, esperada por mucha mexicanos, nunca llegó; y no llegó porque para hacerla tendría que dirigirse una crítica a la política estadounidense, es decir contra el presidente Donald Trump, y que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, está muy lejos de hacer. Porque el mensaje de odio y racismo contra los mexicanos o contra cualquier migrante que radique en Estados Unidos, es claro.
Otro de los hechos es el reporte que dio a conocer el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) “10 años de medición de la pobreza México 2008-2018” donde se expone que la pobreza aumentó en México; ya que en los últimos 10 años hay 2.9 millones más de pobres; los más reservados aceptan la cifra, sin embargo, hay voces y analistas en la materia que aseguran que ese dato está maquillado o existen cifras que ocultan algunos millones más de gente que sufre pobreza, dicen se explica esto por dos cosas; la primera es la destitución injustificada por del ex titular, Gonzalo Hernández Licona y, la segunda, que es increíble que cada año, durante ese periodo, sólo 290 mil personas hayan pasado a sufrir ese lastre social, los datos se asegura, son superioriore, pero el gobierno de la 4T decidió ocultarlos.
Pero esa discrepancia podemos dejarla a un lado y tomar en cuenta que durante esos 10 años la pobreza aumentó 2 millones 900 mil mexicanos; un equivalente a la población de estados como Hidalgo (que por cierto mantienen al 52% de los hidalguenses en pobreza), Sinaloa, Sonora, Coahuila o Baja California; en términos absolutos la pobreza de los mexicanos aumentó y pasó de 49.5 millones y a 52 millones, aunque se alega que en términos porcentuales, de acuerdo al incremento de la población, el porcentaje bajó de 44.4 a 41.9%.
Avanzada ya la semana, este miércoles 7 de agosto se difundió que para siete partidos políticos, en el 2020, se está pidiendo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) alrededor de 5 mil 239 millones de pesos, según los datos 273 millones. De acuerdo a lo que se llamó ante proyecto aprobado por el INE, que se enviará a la SHCP y después a San Lázaro, a Morena le darán mil 760 millones de pesos; para el PAN, 970 millones 494 mil; para el PRI, 914 millones 603 mil; PRD, 451 millones 135 mil; PVEM, 431 millones; Movimiento Ciudadano 415 millones y para el PT, 395 mil millones 285 mil pesos.
Las cifras no son nada despreciables, y por ahí recuerdan que en el Poder Legislativo hay congeladas, al menos, tres iniciativas para reducir a 50% el presupuesto de estos institutos políticos; la pregunta es ¿quién se atreverá a ponerle el cascabel al gato y desprenderse de esas onerosas cantidades?, ¿será el partido del presidente López Obrador?, hagan sus apuestas, porque lo que sí es cierto es que no hay a qué partido irle; el PRI está destruido e intentará revivir una vez que elija al famoso “Alito” como su dirigente nacional arrinconándose bajo el ala de Morena, el PAN ya tuvo sus dos sexenios de gobierno sin que los mexicanos aceptaran que continuara en el poder y el PRD nomás no existe. Eso sí, todos ellos, pretenden cobrar su presupuesto que proviene de los impuestos que pagan todos los mexicanos.
Los tres sucesos: la balacera en el Paso, Texas, el reporte del Coneval y el proyecto de presupuesto para los partidos políticos no es todo, la lista puede ser muy grande en los que entrarían por ejemplo la “Ley Garrote o la “Ley Bonilla”; todo eso, en conjunto, no dejan ver otro panorama más que en México en el gobierno de la Cuarta Transformación hay incongruencia, falta de principios, demagogia y manipulación hacia el pueblo; además, dejan ver un desconocimiento en política y economía por parte del mandatario nacional y de los principales hombres que dirigen el poder político y que están llevando a un descontento social generalizado en el país. México está en crisis permanente y no se puede atacar, desde el gobierno, la política nacional e internacional. Por el momento, querido lector, es todo.