José Luis Aguirre Huerta* Los justiciables sujetos a sufrir una condena, de privación de la libertad por cualquier cantidad de años, bajo un proceso plagado de irregularidades, con motivo de pruebas incriminatorias, ilegalmente obtenidas especialmente bajo la óptica de la tortura policiaca que permea dentro de la investigación ministerial en las procuradurías Torquemada, que han hecho del aparato de procuración de justicia una fábrica de delitos a capricho de los intereses económicos de sus operadores, creando un andamiaje de ilegalidad y complicidad, en el disimulo o la farsa de la justicia.