La nueva Constitución de la Ciudad de México, un documento innecesario que se olvida de la pobreza
Gloria Brito Nájera Con el rostro rebosante de gozo, Miguel Ángel Mancera, jefe del gobierno perredista de esta ciudad, promulgó el pasado 5 de febrero ante los medios de comunicación la llamada “Constitución de la Ciudad de México” la cual, según sus autores pagados generosamente con los dineros del pueblo, es “la más joven, progresista e innovadora de Latinoamérica”; eso dicen, ni más, ni menos.
Urge la unidad nacional, pero, ¿para qué?
Aquiles Córdova Morán Parece que ante la descarnada sinceridad del Presidente Trump, que habla sin rodeos de las medidas que se propone instrumentar para defender y desarrollar los intereses de su país, algunas de las cuales sin duda afectarán negativamente al nuestro, todos los desdeñadores sistemáticos del nacionalismo como una antigualla ideológica y como un estorbo, si no es que como un peligro, para la convivencia internacional, acérrimos partidarios, por tanto, de la globalización, de la desaparición de las fronteras políticas y económicas, para dejar libre el paso a los capitales y a las mercancías (pero no a la mano de obra) como único remedio contra la pobreza y la desigualdad, se han lanzado de pronto a hurgar en el cofre de los trastos inútiles para desempolvar y vestirse el olvidado atuendo nacionalista porque han descubierto, de pronto, que no hay mejor arma contra el peligro exterior que, según ellos, nos amenaza con la llegada de Trump al poder de EE.UU., que la solidaridad de los mexicanos. Hoy, México se halla saturado de llamados estentóreos a la unidad nacional contra el enemigo común.
Desierto rojo y puñales asesinos
· El eje vial Juan Gabriel de Ciudad Juárez… · Fabricas maquiladoras, cuyos gerentes se encuentran bajo el amparo de la impunidad, entregan a decenas de mujeres a las bandas de sicarios destazadores · Tal pareciera que intereses transnacionales de alto calibre, comparecen en el tráfico de órganos por encargo para abastecer los hospitales de Houston · Los vientos del desierto juarense siguen emitiendo los sordos gritos de la irracionalidad, la xenofobia y el comercio voraz de órganos humanos José Luis Aguirre Huerta El eje vial Juan Gabriel es el periférico donde se instalan los órganos de justicia erigidos para orquestar el disimulo y la barbarie en la antigua ciudad paso del norte.
Sin máscara democrática, el neoliberalismo enseña, sin querer, su rostro envejecido
Aquiles Córdova Morán Aunque no es del dominio común, no por eso es menos cierto que la economía de libre empresa o de libre mercado, al llegar a su fase de “imperialismo agresivo” como la llamó Hobson, no es de ningún modo partidaria de la libertad y la democracia sino todo lo contrario: empujada por la elevadísima concentración de la riqueza en unas cuantas manos, se vuelve fanática irreductible de la dictadura de estas minorías privilegiadas, que la necesitan y reclaman como la mejor garantía para la conservación y el incremento de su riqueza. Sin embargo, estas minorías saben que, para conservar a la vez el poder económico y el político sin grandes problemas, necesitan contar con el apoyo (voluntario y hasta entusiasta si fuera posible) de las grandes mayorías empobrecidas; y con este fin han revivido y actualizado la “democracia” de los griegos de la época clásica convirtiéndola en la ficción del “poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, pero, al mismo tiempo, cuidándose muy bien de poner a punto mecanismos eficaces de manipulación para inducir el voto popular hacia los candidatos previamente seleccionados por ellas para cuidar y engrandecer sus inmensas fortunas.
¿México en jaque en este 2017?
Gabriela Cruz Clemente México, nuestro cálido hogar, nuestro país que ha dado mucho de qué hablar en lo que va del 2017 por cuestiones externas e internas, cuestiones que sin más ni menos se han dedicado a golpear la economía, los sueños y el vivir de los mexicanos.
¿Misoginia, estereotipo de empoderamiento en la construcción de la Carta Magna de 1917?
Blas A. Buendía Es justamente cierto que el 5 de febrero de 1917 cuando en el Pleno del Constituyente de Querétaro no había ninguna mujer que fuera copartícipe de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos -forme a fotografías históricas del momento-, hoy en día es una protesta generalizada e incluso rechazan el fenómeno de misoginia del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto al no integrar a una fémina cuando menos en la solemne ceremonia del antiguo Teatro Iturbide del domingo pasado.