En horas de la madrugada del 3 de agosto, como delincuente que se oculta en las sombras, un aparatoso operativo destruyó violentamente los puestos semifijos con los que se ganan la vida 100 antiguos comerciantes que, instalados a un costado del mercado municipal de Ciudad Hidalgo, Michoacán y, durante tres generaciones, han servido a los hidalguenses.