En una “mesa redonda” en conocido canal de televisión con los presidentes de tres de los partidos “más representativos” (?) del país (PAN, PRI y PRD), el domingo cinco de junio por la noche, es decir, después de concluida la jornada electoral de ese día, se dio uno más de los acostumbrados sainetes a base de descalificaciones, imputaciones e injurias recíprocas entre los tres participantes a que ya nos tienen acostumbrados los políticos mexicanos. Me sorprendió la virulencia de la discusión por su carácter extemporáneo pues, ya concluida la jornada electoral y conocidos los resultados en lo fundamental, yo esperaba una discusión seria sobre los problemas esenciales del país y lo que los partidos ahí presentes proponen para intentar resolverlos. No fue así, como ya queda dicho.