*En México “los buscados” son aliados del sheriff Por Luis Repper Jaramillo* [email protected] Ofrecer recompensas (15 millones de pesos por cada uno) por ubicar, informar y denunciar para su captura a los ex gobernadores del PRI, Javier Duarte de Ochoa, de Veracruz y Tomás Yarrington Ruvalcaba, de Tamaulipas, es una culpabilidad manifiesta del Partido Revolucionario Institucional y del Gobierno federal en turno. Confirma que la colusión, indiferencia, conveniencia, complicidad, corrupción e impunidad son los “signos vitales” de un sistema político decadente, rebasado, inútil e incapaz.
¡Qué ironía de la vida! ¡Qué burla a la sociedad! ¡Qué impunidad! En el día mundial contra la corrupción, los integrantes del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), celebran, ¡festinan!, aplauden la decisión de la “jueza” Décimo Primero de Procesos Penales Federales, Rosa María Cervantes Mejía, de negar la orden de arresto contra su compinche, Arturo Escobar y Vega, según ella “por falta de elementos de prueba”, con lo que el ex Subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación,quedaría como “blanca paloma” y... hasta los mexicanos deberemos ofrecerle disculpas, por haber dañado su “imagen, prestigio y dignidad”, ¡vaya cinismo!
De manera cínica, irracional, insultante e indiferente ante los más de 52 millones de mexicanos pobres y pobres extremos –sólo en los dos primeros años del sexenio peñista, se incrementaron 2 millones de paupérrimos- la nefasta dupla Lorenzo Córdova Vianello y Benito Nacif Hernández, líderes del “elefante blanco” INE, anunciaron que para las elecciones de 2016 en donde se renovarán 12 gubernaturas: Aguascalientes, Zacatecas, Sinaloa, Tlaxcala, Puebla, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo, Tamaulipas, Chihuahua, Veracruz y Durango, solicitarán a la Cámara de Diputados un presupuesto para administración, financiamiento para los partidos, gasto corriente, campañas políticas, etc. la inmerecida cantidad de 3 mil millones de pesos, sólo para los 45 días de pre, campaña y jornada electoral.
¿Por qué tanto brinco, si está el suelo tan parejo? diría el clásico de la colonia. La Ciudad de México tiene espacio, lugar y oportunidades para todos; siempre y cuando desde luego, quien ofrezca un servicio digno, honesto, seguro, de calidad y con operadores limpios, decentes, amables y serviciales. Lo malo, insisto, en la CDMX, es que todo se politiza, se privilegia a los grupos de choque, los brazos armados del poder, en beneficio personal, de futurismo y de “compromisos” con malandrines.
Una vez más Andrés Manuel López Obrador, el dueño y regenteador de Morena, mostró el cobre del que está hecho. Si bien en los comicios del pasado 7 de julio obtuvo, sorpresivamente, triunfos en la Ciudad de México inimaginables y logró algunas posiciones en el interior del país, su desprecio, ira, malaleche contra el sistema y los mexicanos, lo ubica en un ser despreciable y antisocial.
La verdad es sólo una, “El Chapo”, Joaquín Guzmán Loera, escapó, se le fue de las manos al gobierno priista de Enrique Peña Nieto, mientras él viajaba cómodamente en su avionzote a París, Francia, a una gira oficial intrascendente.