Blas A. Buendía Si hablamos entre perdedores y el nacimiento de una nueva casta de los NINIS morenistas, al perredista Juan Zepeda no le fue tan mal porque además de catapultarse en la arena política de la nación y más en su partido, el PRD, dejó constancia de su encomiable labor social para ir escalando esos peldaños que para muchos les cuesta trabajo, o de aquellos otros que se integran a este noble oficio de hacer política, pero cambian de repente para amasar fortunas indebidas en el servicio público federal.
Blas A. Buendía Si hablamos entre perdedores y el nacimiento de una nueva casta de los NINIS morenistas, al perredista Juan Zepeda no le fue tan mal porque además de catapultarse en la arena política de la nación y más en su partido, el PRD, dejó constancia de su encomiable labor social para ir escalando esos peldaños que para muchos les cuesta trabajo, o de aquellos otros que se integran a este noble oficio de hacer política, pero cambian de repente para amasar fortunas indebidas en el servicio público federal.
En mi artículo anterior di a conocer, con la mayor honradez intelectual de que soy capaz y me ha enseñado Antorcha, es decir, sin mentir y con datos duros en la mano, nueve razones para no votar por Delfina Gómez del partido MORENA para la gubernatura del Estado de México, que no es más que la mujer de paja (títere) de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En resumidas cuentas dije que, ahí donde Morena (antes PRD) ha sido y es gobierno, los antorchistas tenemos la amarga, pero muy amarga experiencia, en el sentido de que los funcionarios morenistas atropellan desvergonzadamente la ley, que no respetan los derechos constitucionales de libertad de asociación, ni el derecho de petición ni el derecho de libertad de expresión.
El líder nacional del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Ochoa Reza, convocó a combatir en unidad la oscura caverna del populismo que representan Morena y López Obrador, que quieren que el Estado de México y el país terminen como Venezuela, donde se buscaba terminar con la corrupción y lo que se acabó fue la comida.
Blas A. Buendía Diputados locales y federales, y la voz populi, pusieron en entredicho “¿quién se va a preocupar en asesinar a un ruco?”, en el estricto sentido que Andrés Manuel López Obrador ha recibido diversas amenazas de muerte, que a ciencia cierta, se afirma que el tabasqueño, si bien le encantan los reflectores de la prensa, pudo haber utilizado a su ejército de Peje-Zombis para crear escenarios a su favor, victimizarse como siempre lo ha hecho y poder ganar más adeptos para llegar “fuerte y sólido” a los comicios presidenciales de 2018.
Militante de Morena, en aparente estado de ebriedad embiste a microbús que se encontraba estacionado con personas que acudían a evento priista en Valle de Chalco.