El Presupuesto Participativo en el Distrito Federal debe aumentar del 5 al 15% del gasto destinado a las 16 Delegaciones Políticas y del Gobierno Central de la Ciudad de México, transformándose en un programa que no sólo consulte a los ciudadanos sobre las obras que se deben realizar en el barrio, colonia o en el pueblo originario sino ejercido, supervisado y gestionado por los Comités Ciudadanos de cada unidad territorial.