Tlalpan, Ciudad de México.- María García Grimaldo, dirigente de la Asociación de Comerciantes Unidos La Esperanza, con presencia en la alcaldía Tlalpan, advierte que de no simplificarse el trámite para que los trabajadores en vía pública puedan estar al corriente en sus pagos cada tres meses, “vamos a volver a salir a las calles muy pronto” porque no desean caer en el juego de la directora del Centro de Servicios y Atención Ciudadana (Cesac), Natalia Flores Delgadillo, quien parece tener la consigna de crearles problemas con sus formatos de pago.
La cosa es muy sencilla, destaca la representante de los comerciantes: “Hoy que todo está basado en la tecnología, pero, sobre todo, en una época en la que estamos con problemas para generar encuentros presenciales por la pandemia, Flores Delgadillo nos está pidiendo que hagamos las cosas a la antigüita, es decir, que cada tres meses mis representados le lleven una solicitud para ejercer el comercio en vía pública, además de los consabidos documentos como INE, CURP, acta de nacimiento, comprobante de domicilio y croquis de localización del puesto”.
Sólo con este procedimiento que se abrió alrededor de tres veces durante lo que va de la Pandemia, los comerciantes pueden realizar sus pagos que los pone en una situación no sólo de riesgo, sino de desatención de sus lugares de trabajo. Aunque también, percibe García Grimaldo, podría ser una forma de generar problemas a sus representados de muchos años porque desde la alcaldía, algunos funcionarios están buscando crear sus propios grupos de comerciantes.
“Si mis representados ya pidieron por primera vez un permiso y se los autorizaron, no veo por qué tengan que volver a realizar el trámite cada vez que quieran realizar un pago”, expresó García Grimaldo, porque, además, tienen que dejar su número de teléfono y dirección de correo electrónico y entre 5 y 15 días después obtienen la respuesta.
Agregó que la directora del Centro de Servicios y Atención Ciudadana (Cesac), Natalia Flores Delgadillo, tampoco permite que el trámite lo hagan las asociaciones civiles, sino que el comerciante debe acudir personalmente, llegando a perder hasta 5 días de trabajo porque hasta por cualquier manchita en los documentos, se los regresan, “cuando antes este trámite se hacía muy fácilmente”.
Recuerda García Grimaldo que ante llegaban a la oficina del Programa de Reordenamiento del Comercio en Vía Pública para que les dieran su baucher para pagar en el banco. ¿Cuál es la finalidad de poner tantas trabas para el pago de un dinero que va a autogenerados para la alcaldía?, pregunta la dirigente de los comerciantes.
En cambio, hay 9 mil comerciantes que carecen de los permisos para ejercer el comercio en vía pública y aun así trabajan, causando problemas a los vecinos que ya habían acordado con autoridades y comerciantes organizados su permanencia en las zonas de venta. “Y ellos, que son irregulares, no tienen ese tipo de problemas que si les generan a mis representados”, dice la dirigente.
Pero eso sí, destaca García Grimaldo, cuando pasan los inspectores de Vía Pública, el comerciante debe tener su permiso al corriente, porque de lo contrario son levantados sus puestos y les cuesta no sólo dinero, sino también tiempo, porque muchas veces tardan semanas en entregárselos para volverlos a colocar”.
De acuerdo con información que existe dentro de la misma estructura de gobierno, Natalia Gómez Delgadillo es recomendada del concejal por la circunscripción 3 de Tlalpan, José Alejandro Camacho Ventura, quien se ha convertido en el verdadero poder tras el trono ante la visible ausencia como mando de gobierno de la alcaldesa Patricia Aceves.
De hecho, en la alcaldía, entre los propios funcionarios existe inconformidad por el poder que ostenta Camacho Ventura pues controla a su antojo áreas sensibles como la Ventanilla Única, el Centro de Servicios y Atención Ciudadana (CESAC), además de la administración de varios de los deportivos de la demarcación.