María Esther Beltrán Martínez Fotos: J. Carlos Santana
Málaga, España.- Este año se conmemora el Centenario de la Revolución de Octubre. Y para ser testigo de los testimonios del pueblo ruso durante su movilización, se exhibe en La Colección del Museo Ruso de Málaga la exposición Carteles de la Revolución,compuesta por carteles y fotografías de la época.
“Carteles de la Revolución es una selección propagandística que jugaron un papel clave en la movilización del pueblo ruso y son la máxima expresión de los movimientos artísticos imperantes en su momento. Además se cuenta con una serie de fotografías que inmortalizan aspectos relevantes de la Revolución. Los visitantes observarán imágenes tan insólitas con el caótico estado de las habitaciones del Palacio de Invierno después del asalto de los bolcheviques o las multitudinarias manifestaciones en las calles rusas”, explica Yevguenia Petrova, curadora de la exposición.
La experto señala que los carteles fueron un instrumento de propaganda que marcaba las diferentes corrientes, usando una simbología fácilmente identificable.
“La consigna era emplear un lenguaje breve combativo, tomando como punto de partida las imágenes y estéticas populares, además de influencias modernistas y vanguardias rusas. En ellos se representa el poder del pueblo, siendo protagonizado por campesinos y obreros así como por Ejército Rojo. Los atributos más recurrentes en los mismos son los inherentes al campesinado, como la hoz, el martillo, la azada y el arado, haciendo un llamamiento al empoderamiento de las clases bajas y la lucha contra la burguesía internacional. Los temas más recurrentes en la cartelería de la Rusia soviética son la Guerra Civil entre el Ejército Rojo y el Blanco. La lucha contra la burguesía dentro y fuera de sus fronteras, la propaganda antirreligiosa y aquellos problemas más acuciantes para el pueblo: hambre analgabetismo, pobreza y caos”.
Señala Petrova que en los carteles se observan dos vertientes temáticas, una enfocada hacia la consecución de un futuro esperanzador para el país y otra centrada en el llamamiento del pueblo a la lucha obrera. El color rojo es predominante, una alusión a la sangre derramada en la lucha por los derechos del pueblo desde el Domingo Sangriento y durante años de la revolución proletaria. La bandera roja es también elemento reiterado en los carteles. Además pueden observarse como las cadenas son metáfora de la opresión por parte del poder y el sol y el sol como referencia a un futuro radiante y esperanzador.
Asimismo los carteles revolucionarios además de un medio de comunicación fundamental en el movimiento comunista estrechamente ligado al desarrollo de su historia, también son una expresión artística que dista de las manifestaciones tradicionales. Estas piezas artísticas parten de una estética popular y se nutren de las vanguardias rusas y de influencias modernistas. Crean composiciones impactantes que llegan a todo el público y que generar sentimientos de hermanamientos y rebelión.
Ciudades como Petrogrado, que en la época soviética pasará a llamarse Leningrado para volver a ser, en la actualidad, San Petersburgo, fueron la sede de parte de estos movimientos gracias en parte a la puesta en funcionamiento en los años 20 de la Agencia Telegráfica Rusa (ROSTA). Nombres como Vladimir Kozlinski y Vladimir Lébedev destacaron en esta época.
La exposición cuenta con fotografías que son testimonios documentales únicos que muestran aquellos acontecimientos y a los participantes de esa página dramática de la historia rusa cuyo centenario se cumple en este año.