La guerra de los sexos!… 2da. Parte. Arriesgándote cuando te convenga…
Por: Tony O´Farrill
Amigos, continuando con la investigación que inicio en la nota anterior, quiero manifestar de nuevo que mi labor de información periodística, involucra tal vez alguna opinión personal al respecto del tema pues la moral social predominante todavía hasta este momento de mi vida, no se ha podido adaptar al cambio vertiginoso por la rapidez con que se ha dado desde finales del siglo anterior y los años recorridos que llevo en el presente siglo, remarco que mi objetivo es ser imparcial, llamando al pan, pan… y al vino, vino… siendo salvajemente honesto poniendo a su disposición la información que la moral no permite reconocer y que maneja como tabú, por lo que he recibido como es lógico, comentarios a favor y en contra, del tema tratado en la presente columna por parte de lectores de ambos sexos, que aunque se complementan nunca dejaran de estar en guerra y para muestra este botón:
Hubo un argumento por parte de varios lectores, al respecto de la nota anterior al respecto y en lo general de ella, que aunque verdadero, manifestaba por mi parte una gran cobardía por las disculpas anticipadas que daba previo a la manifestación de hechos y verdades, asignando a puntajes a favor de uno o de otro sexo en la guerra referida, por lo que en esta segunda columna, omitiré asignarlo dejando a ustedes lectores su aplicación según su criterio.
Por su parte también personas del sexo femenino, manifestaron su opinión de la nota anterior señalo que lo descrito le daba sueño y le era completamente ajeno a su vida o interés, mostrando con ello su evasión del tema.
Por lo tanto para todos aquellos que compartan esta opinión u otras al respecto, como respuesta les comento lo siguiente: “El tipo de periodismo que yo realizo es informativo sin tendencia, y el criterio valido que respeto es el de los lectores cualquiera que este sea”, pues como cita un dicho: “Cada quien habla de la feria como le va en ella” por ende afín a sus vivencias personales, unos lo verán bien y otros lo verán mal, ahora hechas las aclaraciones respectivas continuo con el tema:
Para seguir con las opiniones vertidas por los lectores sobre lo registrado en la nota anterior está, la de personas del sexo masculino, que fueron engañados por su mujer, y que por ello ante su fracaso, toman la actitud de odiar al género femenino, al grado de estigmatizarlas como prostitutas, referenciando esto exclusivamente, a lo citado en la 1ra. parte de este tema de la columna anterior en el sentido de que la mujer vende su persona y atributos al mejor postor, cosa que les inculco un odio desmesurado por la suerte que tuvieron con el sexo opuesto, sin embargo, en otras entrevistas que hice sobre el tema a personajes también masculinos, teniendo como pregunta principal posterior a lo manifestado, que si ellos fueran mujeres con buenos atributos y belleza sin igual, o en caso contrario simplemente mujeres sin atributos, y una apariencia no muy grata, ¿que hubieran hecho ellos al respecto para asegura su futuro?… la respuesta fue apoteósica y enfática por parte de todos los entrevistados, ¡ha pues yo estando en su lugar ya sea fea o muy bonita!… ”Pues vendería mis atributos y persona al mejor postor“… Lo que ratifica en todo momento lo manifestado por la décima musa Sor Juana Inés de la Cruz, “Hombres Necios Que Acusáis a la Mujer, Sin Razón, Sin Ver Que Sois La Ocasión de Lo Mismo Que Juzgáis”.
Esto establece un criterio que equilibra el puntaje obtenido por ambos géneros, y aunque que falta mucho por manifestar, todo va muy parejo, por otra parte se han puesto a considerar ¿cuál es la principal razón de que las mujeres estén consideradas como un objeto y que sean prácticamente vistas, analizadas y subdivididas en piezas por parte del sexo opuesto?…. ¡Nooo!… pues son las propias mujeres por las siguientes razones:
1ra. Las mujeres se visten en gran parte, por la vanidad y la emoción que representa para ellas, las ser deseadas, admiradas y consideradas como un buen espécimen para acompañar a un hombre en su vida. 2da. Esto es y ha sido parte de la educación y lo inculcado por la moral de los pueblos, tanto en lo social con los estereotipos de la mujer bella, como paradójicamente en lo religioso, con los preceptos de santidad que debe de poseer una mujer para no caer en el menosprecio de su honra al ser considerada disoluta, y esto se manifiesta claramente en las llamadas esposa del señor (monjas), que si no todas, sí en su gran mayoría no son tan agraciadas y cubren sus pocas cualidades femeninas, para no ofender con el pecado de la carne. 3ra. Esto que parece ser una falacia, se complementa con la educación que nos dan a nosotros los del género masculino, nuestras madres, propiciando nuestra ambición por poseer tantas hembras como la oportunidad nos dé durante nuestra vida, generando con ello el machismo que paradójicamente tanto odian las mujeres.
LA CULPA
Luego entonces a quien le tenemos que atribuir la culpa de que se estén dando estos paradójicos fenómenos que tienen vigencia hasta la actualidad, en mi opinión personal que pueden compartir o no, es: “El miedo”, en sus diversas facetas:
El miedo: A vivir en soledad, El miedo: A estar en los supuestos de que nuestra alma se pierda en el infierno por nuestra vida licenciosa, El miedo: A ser señalados por la sociedad en la que nos desarrollemos por salirnos del común denominador, de la masa y esquemas poblacionales, El miedo: A que si manifestamos nuestro cariño y/o amor puro sin cortapisas y por completo podríamos salir lastimados, y otros tantos miedos más, que son afines, pero que estarían directa o indirectamente relacionados con los parámetros ya citados.
EL AMOR A TRAVES DEL SEXO, ENTRE SERES HUMANOS
Ente intangible, responsable tanto los más bellos sentimientos, como de los instintos asesinos más deplorables del ser humano, independientemente del sexo, es tan incomprensible como la investigación que estoy llevando en estas notas, por lo que, ha variado mi opinión al respecto según lo vivido por las características ya señaladas, observando que esta deformado por ceñirse a convencionalismos del tipo moral, esquemas y/o modas sociales, obnubilándonos para percibir su pureza y hermosura, como ejemplo les pongo lo siguiente para ilustrar mi punto: “La biblia lo cita como un pecado de la carne” ¡cuando sin él no existiríamos!… por ello las mujeres cuando lo practican llegan a sentirse sucias por estar cometiendo un pecado y disfrutando de ello, pues para su práctica se requiere de compromiso por ambas partes condicionado, con un fin predeterminado que tiene o debe tener implícitos parámetros, que implican interéses tales como: “Procrear”, “Matrimonio”, y/o “La integración de una familia” y esto, ha aislado por supuesto a “El placer”, motivando con ello esta guerra absurda que se ha venido dando a través de los siglos, y que al parecer no tendrá fin, pues comúnmente para hacerlo, se tiene que estar motivado o animado por un paliativo que distraiga nuestra sensatez y objetividad como el alcohol, mismo que cuando se regresa de ese sueño estúpido en el que nos envuelve, sirve de acicate para las hembras como una salvedad y/o disculpa que las victimiza por lo realizado al ejecutarlo no estando en sus cabales, (disculpando el bochorno), por haber roto las reglas sociales y religiosas.
Por su parte a los machos nos sirve como des inhibidor para hundirnos en nuestra crapulencia y hacer de la fémina lo que queramos, ante la somnolencia e insensatez que nos proporciona el alcohol, acrecentando nuestra vanidad de machos dominantes y la lista de mujeres “poseídas”….
Mi investigación descubrió que tanto en hombres como en mujeres, la mejor experiencia sexual que han tenido, paradójicamente no se dio en el matrimonio, sino al contrario la encontraron, en su soltería posterior a su divorcio y nuevamente paradójicamente en un engaño dentro del matrimonio, con amigas/amigos que se han permitido el entregarse los unas y las otros, compartiendo su esencia y ser, sin mediar ningún acuerdo, interés mezquino, o un paliativo como el alcohol, y/o droga sin victimizarse al término, pues la relación que llevaron, ha sido profundamente consciente y responsable de que el amor es una cosa natural, en donde la culpa no tiene por qué tener cabida, tampoco intervinieron en ello, los preceptos morales y/o religiosos pues se involucraron, consientes de una responsabilidad compartida que no implicaba necesariamente una condición para entablar dicha relación, sino una convicción de estar juntos consientes del hecho de que todo ello promulga una libertad que no un libertinaje, tanto espiritual como personal, que querían y experimentaron.
Ciertamente con lo vertido al respecto, en esta nota, se pensara que promueve el libertinaje y la falta de responsabilidad en una relación, pero no, ¡déjenme les explico mi punto!… ustedes los casados tanto hombres como mujeres, por atarse a los esquemas moral y religiosamente establecidos, han caído irremediablemente en esa dinámica en donde los intereses por encajar tanto en lo social como en lo religioso, tal vez dieron como resultado su actual situación de matrimonio y familia, que puede ser buena o mala, ¡Pero!… en muchas de las ocasiones esto que se hizo irracionalmente, los llevo a tener una vida sin sentido pues no querían estar en ella, otros tantos se arriesgan y rompen esquemas separándose y/o divorciándose y volviéndolo a intentarlo, pero esta vez teniendo más cuidado de lo que hacen, algunos, atados a convencionalismos, morales, religiosos y/o de orden económico, siguen con su esquema llevando su fallida relación como una cruz a cuestas, flagelándose día a día, a la par que amargan su ser y estabilidad emocional, y recurren al engaño como consuelo en sus vidas, pero los hay otros que en mucho menos cantidad, que encontraron por decirlo así su media naranja o alma gemela que les dio, les da y/o mantiene su realización plena apaciguando su alma espíritu y ser, en la más hermosa atmosfera del amor.
Bueno hasta aquí por hoy, espero estas notas, les hayan ampliado todas sus dudas al respecto dando una gotita de esperanza a su espíritu y vida, no la desperdicien ni abandonen, sin antes haber experimentado el amor puro, no se pierdan la 3ra. Parte y final de esta serie de notas adiós y tan, tan…