BALÓN CUADRADO
Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México,.- Al ser México uno de los países con más aficionados en los Mundiales, es muy complicado que la FIFA o Concacaf impongan una sanción dura como expulsarlo de un torneo o de una Copa del Mundo por el grito homofóbico ¡eeeh, puto!, dijo Jorge Badillo Nieto, experto en mercadotecnia deportiva.
“No son tontos, saben que al dejar al Tri fuera de un torneo se perdería una gran derrama económica por el turismo. Tendrían que ponderar la conciencia social o los valores por encima de lo económico y eso parece muy utópico”, opinó.
En días pasados, la FMF fue sancionada por la FIFA con dos partidos a puerta cerrada como local y una multa de 60 mil francos suizos, equivalente a un millón 343 mil 883 pesos, debido al grito homofóbico que la afición tricolor sigue lanzando hacia los porteros rivales cuando despejan el balón.
El protocolo de castigos de la FIFA incluye cuatro pasos: multas, veto al público, deducción de puntos y el último: expulsión de un torneo oficial, que para México sería quedarse fuera del Mundial de Qatar 2022.
Incluso, Yon de Luisa, presidente de la Federación Mexicana de Futbol, alertó que México corre el riesgo de quedar fuera de la organización del Campeonato Mundial de 2026 con Estados Unidos y Canadá.
En los tres Mundiales pasados, el Tricolor ha sido el equipo con la afición más numerosa en el certamen, de acuerdo con declaraciones de Jaime Byrom, CEO de Match Hospitality, al portal Espn.
Incluso para la Copa del Mundo de 2022, el embajador de Qatar en México, Mohammed Alkuwari, reveló que esperan al menos 40 mil seguidores mexicanos.
Badillo Nieto dijo que hasta ahora la FIFA ha sido “tibia” respecto a los castigos con México para llegar a un escenario fatal, como sería una suspensión, y consideró que por temas económicos se mantendrá en esa línea.
Indicó que, si bien la FMF puede aportar a crear conciencia, sus campañas sólo serían parte de la verdadera solución, pues no es un ente educador y para erradicar el grito existe una responsabilidad compartida que involucra tanto a FIFA, a Concacaf, la selección, a los gobiernos e incluso especialistas del comportamiento social.
La afición, explicó, suele decir que se pone la camiseta.
Pero, aseveró, “insiste con el grito, hasta ver una sanción dura les caerá el veinte y no al cien por ciento, pues los mexicanos en ciertos temas son muy necios, el grito está muy arraigado culturalmente”.
No obstante, recordó que en Rusia 2018 cambiaron el grito por una canción de moda y esas acciones ingeniosas, así como la ideología de género que se está posicionando pueden dar esperanza para un cambio paulatino en el aficionado tricolor.
(Con información del diario La Jornada)