OBSEVANDO
Pepe Toño
A doce días de las elecciones y donde el PRI perdió el gobierno municipal de La Paz, ya se distinguen caras tristes debido a que habrá un cambio total de servidores públicos que por años han vivido del erario, incluso han comenzado los rumores que el presidente priista, Rolando Castellanos Hernández ha señalado que dará de baja a gran parte de su administración a consecuencia que no dieron el resultado para lo que fueron contratados.
El gobierno priista siempre ha sido señalado de invertir la mayor parte del presupuesto en el pago de una nómina que “no funcionó” varios líderes que han vivido del presupuesto han creado empresas, construido edificios y adquirido concesiones; ahora con el cambio de gobierno habrá una auditoria para verificar la aplicación del recurso; así como tratar de detectar posibles irregularidades en la poca obra pública.
El caciquismo aplicado durante varias administraciones ha terminado en La Paz por lo que ahora se realizara un cambio de imagen urbana que durante años ha quedado igual sin que ningún gobierno local destinará parte del presupuesto para mejorar los servicios, incluso varios de ellos han sido concesionados como es la recolección de basura que se otorgó a una filial del PRI, por lo cual el servicio es pésimo.
El gobierno priista mantiene en penumbras varias comunidades, las avenidas y calles principales carecen de un mantenimiento en el alumbrado público tal es el caso de la avenida Antorcha Popular en la zona de San Isidro donde el servicio ha sido suspendido a consecuencia que las lámparas tipo vela que fueron instaladas no reciben el servicio adecuado y hoy no funcionan.
Mientras que la repavimentación de la Carretera federal México-Puebla se encuentra toda “parchada” cuando lo que necesita es una nueva cinta asfáltica pero como el trabajo le corresponde al gobierno del Estado de México, el ayuntamiento local hace caso omiso y no es atendida por ninguna autoridad; mientras el ayuntamiento asegura no le compete esa obra el estado señala carecer de recursos para ese trabajo.
El municipio de La Paz catalogado como la entrada a la zona oriente del estado de México debe recibir una gran cantidad de recursos económicos para poder atender a los casi 400 mil habitantes que viven en el territorio local, sobre todo la parte alta donde el alcalde Rolando Castellanos se negó a dar obra y servicios bajo el pretexto de que no cuenta con liderazgos que le ayudaran a buscar el apoyo a su partido que perdió la mayor parte de los municipios mexiquenses.
El rumor de una despedida de personal se verá en la siguiente quincena donde ya varios líderes políticos están decidiendo cobrar por su gente que lograr acomodar en la administración para que les quiten su diezmo, pero ahora quieren todo a cambio de dejarlos que se afilien con el partido que ellos quieran.