BALÓN CUADRADO
Jesúa Yáñez Orozco
Ciudad de México.- En los barrios mexicanos es común decir que alguien juega con “balón cuadrado” para referirse a su pobre nivel futbolístico. A finales de los años 70s y principios de los 80s, la prensa mexicana afirmaba, con sorna, que en Centroamérica se usaba esa figura geométrica como pelota.
Por eso, el odio histórico hacia México se acendra aún más a través del Tri.
Y por lo que se ve y comentarios de especialistas, será un infierno el juego de hoy de los súper Ratones Verdes de visita contra El Salvador y que, simbólicamente, se disputará con ‘pelota cúbica’. Más si se toma en cuenta que el balompié del país centroamericano se encuentra estancado hace medio siglo.
En ese atribulado territorio, estadio Cuscatlán, se jugará hoy la sexta jornada del Octagonal Final de Con-caca-f entre México, odiado rival de El Salvador. El Tri tiene aureola de líder del torneo.
Con la entrañable figura de Jorge El Mágico González cincelada en el consciente o inconsciente colectivo, la sociedad salvadoreña atraviesa uno de sus momentos políticos más aciagos desde finales de la guerra civil en 1992. Debido, principalmente, a que el gobierno encabezado por el polémico presidente, Nayib Bukele, redomado populista, ha tomado el control de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, generando un ambiente de animadversión,
Al grado de que Amnistía Internacional declaró que los derechos humanos en El Salvador “están en peligro”.
Hasta 31,000 salvadoreños serán permitidos en las tribunas de una de las plazas consideradas más complicadas para el Tri. Aunque sólo por el ambiente hostil de la afición, ya que el futbol como tal de ese país se encuentra estancado desde hace cinco décadas.
El contexto político actual en El Salvador es bastante oscuro y nebuloso: la libertad de expresión está mermada, existe un clima bastante tenso y entre todo eso el futbol “es una válvula de escape” que permite a la gente “descomprimirse un poco”, describe desde el principio el periodista salvadoreño Robbie Ruud, en conversación con el diario El Economista.
La liga mayor salvadoreña, explica, en términos de economía, poder adquisitivo y manejo de finanzas, está a la par de Panamá o Nicaragua. Pero sí, reconoce, hay un mayor desarrollo en Honduras, Guatemala y ni se diga Costa Rica.
La economía “está estancada” porque hay muchos directivos que no se asesoran ni se forman para ser buenos administradores deportivos, es un problema por el cual los clubes y la selección “no son protagonistas”, analiza.
Tampoco, precisa, hay un solo entrenador salvadoreño dirigiendo fuera del país. Eso hace que el futbol a nivel táctico, dinámico y estratégico “esté estancado”. Salvo por la tecnología, aclara, “no hay mayor diferencia” en El Salvador entre un juego de 1970 y uno de 2021.
El Salvador sólo ha clasificado a dos Copas del Mundo en la historia: México 1970 y España 1982, momentos en los que contó con generaciones destacadas con elementos como Norberto Huezo, Luis Ramírez Zapata y, por supuesto, Jorge ‘Mágico’ González, figura histórica del Cádiz de España.
No destacan, desde entonces, la selección y sus clubes. Aparte de la ausencia de 40 años en un Mundial, su última final de Copa Oro (antes Liga de Naciones de Concacaf) fue en 1981 (nunca ha sido campeón) y su último título de Concachampions (antes Copa de Campeones de la Concacaf) fue en 1979 por medio del equipo Deportivo FAS.
A pesar de ello, la selección, conocida como ‘La Selecta’, sigue siendo “un asunto patriótico” que genera gran convocatoria “y permite distraer un poco a la sociedad de la difícil situación política”, describe Ruud, periodista con nueve años de experiencia y certificado por la Universidad Global de Florida.
Pero a nivel liga, el futbol salvadoreño atraviesa crisis de infraestructura, visibilidad internacional y hasta de adeudos a los jugadores.
El gran problema de los equipos de la liga mayor (son 12) es que, pese a que tengan un salario atractivo, mayor al promedio del país, suelen ampararse demasiado a patrocinadores y taquillas, y cuando estos son bajos, los equipos empiezan a caer en impagos.
El marketing para captar ingresos de forma innovadora es un gran problema y los impagos derivan en sanciones de la federación, desaparecen los equipos y a veces sin pagarles a los futbolistas entre dos y tres meses.
La liga es un producto que no se cuida: las transmisiones son malas, los campos son terribles, los estadios no se llenan, son una serie de variantes que restan mucho a la visibilidad del jugador salvadoreño en el exterior”.
Sobre el tema salarial, el periodista señala que un futbolista de liga mayor en El Salvador gana desde 400 hasta 3,500 dólares mensuales.
En comparativa, los empleados del sector servicios, el más grande del país, ganan entre 300 y 400; los profesionistas como ingenieros o abogados, entre 500 y 700; mientras que los que cuentan con uno o varios posgrados, “que en realidad son una cantidad verdaderamente pequeña de la población”, pueden ganar hasta 2,000.
En ese sentido, los futbolistas tienen una vida cómoda económicamente y además viven en zonas resguardadas de alta seguridad, aunque de acuerdo con cifras de El País, El Salvador ha pasado de tener 20 asesinatos diarios en 2015 a cuatro en 2021, así como de una tasa de 103 muertos por cada 100,000 habitantes a solo 19 en la actualidad.
Es por ello que los futbolistas salvadoreños, describe Ruud, difícilmente luchan para salir de su país y jugar en otras ligas. De sus 27 seleccionados nacionales para la fecha FIFA de octubre, solo 12 militan fuera del país y apenas dos lo hacen en Europa (el resto está en Estados Unidos, Canadá, Costa Rica y Guatemala).
Recuerda que los seleccionados del Mundial México 1970 sí se planteaban emigrar por razones de seguridad por las guerras en el país. De esa selección, más de la mitad estaban fuera, pero en el nuevo siglo, postconflicto, de 1992 en adelante, ya no salen tanto y también mermó la cantidad de scouts porque otras ligas alcanzaron un desarrollo más interesante.
“El Salvador dejó de ser atractivo para ojear jugadores porque no clasificamos a los mundiales”, resume.
También destaca que hay varios futbolistas que prefieren tener una carrera corta y cambiarla por algo más lucrativo, como manejar camiones hacia EU, abrir una barbería o un restaurante, trabajar en la construcción, así como vender o importar autos:
“Los futbolistas no se ven en una carrera larga exitosa,. Pero en cambio los licenciados, ingenieros, arquitectos y estudiantes universitarios, el resto de la población en general, sí anhela salir del país bajo cualquier circunstancia o medio”, refiere el periodista.
En la ratonera
Con la etiqueta de favorita y el objetivo de tener una actuación convincente como ante Honduras, los súper Ratones Verdes buscarán esta noche salir vivos de la ratonera, en Cuscatlán, y confirmarse en el primer lugar del octagonal de la Concacaf, que otorga tres boletos y una repesca para Qatar 2022.
El Tri es líder de la competencia con 11 puntos, mientras la escuadra salvadoreña está en el sexto puesto con cinco unidades y escasas opciones de lograr un boleto. Esa holgura da opción al técnico Gerardo Martino de descansar a elementos como Raúl Jiménez e Hirving Lozano, según dejó entrever en teleconferencia, desde San Salvador.
Sufrir lesiones o golpes, según Martino, “es algo que está latente cuando se juega, uno (Lozano) sufrió una lesión importante en Copa Oro, el otro (Jiménez) en la Premier; ese tipo de contingencias se dan, no tiene que ver con jugar en El Salvador o una eliminatoria en Centroamérica. Cuando uno los llama es con la idea de que participen, no para ponerlos a un lado”.
Reflexionó:
“Pero sí ponemos otro tema: el físico, la continuidad que han tenido, en seis días tres partidos más el viaje desde Europa para llegar acá, así como la participación en sus clubes, entonces sí se tiene en cuenta eso. Apelamos no sólo a la parte científica, también se habla con el jugador”.
Tata precisó que el atacante Henry Martín “está en buenas condiciones” para tener actividad.
El itinerario del Tricolor se planeó para estar el menos tiempo posible en El Salvador, pues llegaron con el tiempo justo para hacer el reconocimiento de la cancha y se prevé que tras el juego viajen de inmediato a México.
Sin embargo, el timonel se mostró desdeñoso con el tema del ambiente hostil que espera a sus dirigidos:
“Me gusta centrarme en la cancha, lo de la periferia. El entorno, tiene poca injerencia”.
El plantel, aclaró, “está bien, viajamos hasta hoy por el simple hecho de que se trabaja más en la recuperación de los futbolistas que en campo, y en el CAR (Centro de Alto Rendimiento, ubicado al sur de la capital mexicana) tenemos todo a modo”.
Martino rehusó hablar sobre los próximos adversarios, Estados Unidos, Canadá y Jamaica:
“Debemos centrarnos en los rivales en la medida que nos vayan tocando. Ahora es El Salvador, después los otros. Hemos visto sus cualidades, lo enfrentamos en Copa Oro, es un equipo que hace valer su localía y es un tema a considerar; es agresivo, busca asociaciones y tiene buena dinámica”.
Analizó:
“En eliminatorias lo hemos visto jugar un poco más pelotas largas y no tanto salir jugando desde abajo, pero los rasgos más importantes los sostiene”. Insistió en que este miércoles la idea es repetir el funcionamiento mostrado frente a Honduras, “un juego convincente”, independientemente de jugar en casa o de visita.
La Selecta, dirigida por Hugo Pérez, busca reponerse del revés sufrido (2-1) el fin de semana en su visita a Costa Rica, consciente de que no puede darse el lujo de dejar escapar más puntos en condición de local y para enderezar el camino.
El plantel local entrenó el martes por la mañana en el Cuscatlán, tratando de ultimar detalles para el choque ante los mexicanos, un duelo que consideran vital para sumar puntos y apaciguar el enojo de su afición.
(Con información de los diarios La Jornada y El Economista)