María a Esther Beltrán Martínez Fotos: J.Carlos Santana
Málaga, España.- Centre Pompidou Málaga presenta la exposición Dar la cara, compuesta por 120 obras de fotografía y 9 piezas de vídeo que repasan la evolución y la historia reciente del retrato en la fotografía y el vídeo.
La muestra, comisariada por Florian Ebner (jefe del gabinete de fotografía) y Marcella Lista (jefa de departamento de la colección New Media), es un recorrido por este género artístico en el que se puede apreciar las distintas variaciones y técnicas empleadas por los 26 artistas, entre los que se encuentran Thomas Ruff; Gilbert & George, Cindy Sherman o Suzanne Lafont.
La exposición, está dividida en siete secciones explican que se inicia con:
1. Walk on the wild side. En este espacio explican que en 1972, Lou Reed escribe Walk on the Wild Side, canción que aún resuena como una llamada libertaria a la subversión de los códigos dominantes. A raíz de las luchas políticas de la década de 1960, la dominación patriarcal, el racismo y el colonialismo son desafiados por una fuerte movilización artística en la que se mezclan las prácticas activistas y la cultura underground. En las fotografías de Jürgen Klauke, el yo travesti se convierte en una multiplicidad de otros.
2. El final del retrato psicológico. La psicología interesa ya a los fotógrafos del siglo XIX como Nadar. Progresivamente, las posibilidades técnicas de la instantánea permiten explorar todo un espectro de expresiones fugaces a través de las cuales el modelo revela sus emociones.
3. Como un cuadro La idea de la fotografía como un cuadro pasa por la asunción de que toda imagen es artificio y se desarrolla con el posmodernismo durante los años 1980 y 1990. La imagen se convierte en un palimpsesto de referencias mientras que la pose congelada imita la atemporalidad de la pintura.
4. Una inquietud cultural. Desde sus inicios, la fotografía aspira a atrapar la vida y conservarla para la posteridad. Pero este aspecto mortífero del retrato también se puede invertir, dotando al ojo mecánico del poder de animar los objetos inertes. Las obras surrealistas están llenas de trampantojos donde se expresa la idea de Unheimlichkeit (lo siniestro o la inquietante extrañeza)
5. Manifiestos de lo íntimo. Con Nan Goldin en la década de 1980 y Wolfgang Tillmans diez años después, la fotografía se convierte en una herramienta privilegiada para reclamar otra forma de vida. Sus imágenes, alimentadas por la cercanía y la complicidad cotidianas, son a la vez espejo de su propia vida y, en cierto modo, se convierten en un diario colectivo.
6. Pasiones y personajes Desde la antigüedad, el estudio de las emociones que animan el rostro humano ha inspirado una larga tradición figurativa. En el siglo XVII, Charles Le Brun realiza dibujos de cabezas para mostrar el elenco de “expresiones de las pasiones del alma”. Posteriormente, los distintos aspectos del rostro se convierten en objetos de observación clínica, expuestos a las peores especulaciones de la criminología
Y 7. Editar la sociedad. Es el último capítulo de esta exposición evoca con su título un texto de 1931 en el que el joven fotógrafo estadounidense Walker Evans rinde homenaje a la obra del alemán August Sander, el cual, a través de sus retratos, refleja la vida cotidiana de la sociedad durante la república de Weimar. Como ellos, el artista libanés Akram Zaatari busca captar una sociedad a través de la fotografía. Para esta obra colabora con Hashem El Madani (1928-2017), un fotógrafo de barrio de Sidón, en el Líbano. Exploran así los 500 000 negativos de El Madani y Zaatari recopila 117 fotografías tomadas entre 1950 y 1970. El conjunto da buena cuenta de los diferentes rituales de poses que ofrecían los estudios de la época, con sus accesorios y sus actitudes estereotipadas,
Detallan que Dar la cara es un espejo con memoria e instrumento de representación social “ el retrato ha estado siempre vinculado a la fotografía. Frente a la sociedad de control y de los medios de comunicación imperante en los últimos cincuenta años, los artistas han reinventado este género con un brío crítico sin precedentes, utilizando tanto imágenes fijas como en movimiento, a veces incluso entremezcladas. Fotógrafos y videoartistas dan así la vuelta a los clichés y muestran cómo no reflejan la realidad, sino que modelan discretamente sus cánones y valores. Sus obras cuestionan la construcción pública de la identidad individual a través de la imagen, sugieren la representación del ser humano en la era de las redes sociales y los softwares de reconocimiento facial”
La exposición estará hasta el 11 de abril de 2021, el Centre Pompidou Málaga.