Gloria Brito Nájera
A nadie le queda duda a estas alturas de que en nuestra sociedad existe una marcada división de clases sociales. Por un lado, los ricos, los grandes potentados que han engrandecido sus bolsillos gracias a la explotación de otros hombres, y por otro, que es la inmensa mayoría, los pobres, aquellos que se debaten en la marginación, la tristeza y tratan, enfrentando muchos obstáculos, de salir adelante.
Según la última medición de la pobreza, elaborada en 2018 por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en México, dos de cada cinco personas son pobres, dos más son vulnerables de serlo por sus bajos ingresos, y solo una no es ni pobre ni vulnerable. O sea, según estos datos, 52. 4 millones de personas en nuestro país son pobres y 21 millones de ellas viven en pobreza extrema.
(fotografía Rogelio Morales Cuartoscuro)
Podríamos quedarnos con estos datos que ya de por sí son escalofriantes para una población de 130 millones de mexicanos, donde según el Coneval más de la mitad sufre de pobreza; sin embargo, sabemos que los datos son mucho más altos y alarmantes, incluso investigadores serios como Julio Boltvinik, investigador del Colmex ha dicho que en México hay cerca de cien millones de pobres.
Y si ya de por sí estábamos mal, la pandemia de covid- 19 que hizo su aparición con los primeros brotes en febrero del año pasado, ha traído consigo una serie de calamidades que cada día alejan más la esperanza de erradicar la pobreza en nuestro país, porque según cifras publicadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) la pandemia dejó un saldo de 647 mil 710 empleos perdidos en 2020, de los cuales 560 mil 473 eran formales y 87 mil 237 eran eventuales. Lo anterior va de la mano con la pérdida de más de un millón de plazas laborales desde marzo hasta julio debido a la pandemia.
Según las proyecciones del Coneval, se calcula que la población en pobreza alimentaria podría aumentar hasta en 8.5 por ciento (10.7 millones más) para conformar 31.7 millones de personas. Sin embargo, aún hay quien desestima el problema.
Un reciente informe de la Oxfam de enero de 2021 que se titula “El virus de la desigualdad” señala que la pandemia por covid-19 ha generado una profunda crisis económica, claro no igual para todos, porque mientras los mil hombres más ricos ya recuperaron su riqueza, previa a la pandemia, la recuperación de las personas más pobres solo podrá efectuarse en 10 años o más.
En este informe la Oxfam acusó al Gobierno mexicano de no activar programas de apoyo para las personas en situación de pobreza y de desmantelar otros programas que trataban de aliviarla, dejando con ello a su suerte a millones de mexicanos.
La Oxfam remata diciendo que los gobiernos deben poner en marcha acciones para proteger la salud y la vida de los seres humanos.
A las familias mexicanas les resulta más difícil sobrevivir en medio de esta crisis y no vemos la luz al final del túnel, porque por un lado, tenemos a un gobierno inconsciente que no se tomó en serio esta pandemia, y con López Obrador a la cabeza sugería abrazarse besarse, salir y protegerse con detentes, y por otro, una serie de acciones de su actual administración que solo han ido agravando las precarias condiciones en las que viven millones de mexicanos, quienes ni siquiera pueden adquirir la canasta básica porque los ingresos se reducen y los precios de los productos aumentan.
En México, a los más de 160 mil muertos que ha traído consigo la pandemia de covid-19 se suma que al menos el 60 % de los trabajadores y sus familias viven con dos o menos salarios mínimos.
Sin embargo, no hay poder humano que haga entender a la 4T que sus decisiones erróneas son las que mantienen a México al borde del abismo, que sus apoyos monetarios a unas cuantas familias no alcanzan ni para mal comer y que las necesidades se han ido incrementando debido a la pandemia.
Estamos en medio de un caos donde muchas organizaciones especialistas como la Cepal han catalogado a esta pandemia como el peor desastre de la historia; y a pesar de ello, como dice el dicho ven la tempestad y no se hincan, continuamos observando cómo desde Palacio Nacional se continúan tomando decisiones que en nada fortalecen a México, el cual se está ahogando en medio de una profunda miseria.
Desde aquí, exigimos que ya no haya más contagiados, muertos, pobres ni desempleados y para ello, urge tomar cartas en el asunto. El Movimiento Antorchista a través de nuestro Secretario General, ingeniero Aquiles Córdova Morán, quien no es un improvisado, sino un hombre inteligente y visionario que ha dedicado su vida a educar a las mases trabajadoras, ha reflexionado al respecto y ve cómo la dominación absoluta del partido en turno nos está llevando a la ruina, al desastre, y quien está pagando los plastos rotos son los propios mexicanos con desempleo, pobreza, marginación, falta de vivienda, salud, educación, resultado de una economía débil.
“Es por ello que se necesita una oposición valiente, clara, con una alternativa de país que realmente refleje las necesidades, las soluciones auténticas que el país está reclamando”, palabras claras y certeras del maestro Aquiles, que debemos tomar muy en serio y poner en marcha una recuperación de México y para esto necesitamos que los mexicanos abran bien los ojos, se retiren las vendas que pudieran nublarlos y se preparen para luchar en consecuencia. Por lo pronto, nadie debe dar su voto a candidatos de Morena o aquellos que vayan a seguir la política de AMLO y la 4T.