Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando Claro” de Radio Expresión México que conduce Manuel Aparicio.
La secretaria de Energía de los Estados Unidos Jennifer Granholm en su visita que hizo la semana pasada, dio muestras de experiencia diplomática, además de conocer también en detalle la cuestión energética.
El mismo Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, al referirse a las declaraciones que hizo la secretaria de Energía de los Estados Unidos afirmó: “Fue muy respetuosa, sólo dijo que a su país le interesaba seguir cuidando las inversiones y que ella sería respetuosa de lo que los legisladores mexicanos aprobaran.
La realidad es que Jennifer Granholm sí mostró la preocupación de la administración Biden, sobre el posible impacto negativo de las reformas energéticas en la inversión privada de su país.
(Fotografía El Sur Acapulco)
Lo anterior se desprende del comunicado emitido por la secretaría de Energía de los Estados Unidos, donde destaca una declaración de Jennifer Granholm respecto a su viaje a México, ahí se señala que en cada reunión que sostuvo, externó la preocupación de la Casa Blanca, sobre las reformas energéticas propuestas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y el impacto negativo en la inversión privada de Estados Unidos.
En el mismo comunicado se revela que la funcionaria expresó, que la reforma propuesta también podría obstaculizar los esfuerzos conjuntos de Estados Unidos y México, en materia de energía limpia y clima.
Finalmente entrecomillado en el comunicado se afirma: “Expresamos las preocupaciones reales de la administración Biden-Harris, sobre el posible impacto negativo de las reformas energéticas, propuestas por México, en la inversión privada estadounidense en México”.
Lo anterior contrasta con la información emitida por la Secretaría de Energía de México, donde se afirma que durante el encuentro, se destacó que gracias al respeto que existe entre las dos naciones y la experiencia política de ambas ministras de Energía, se avanza en la cooperación energética entre México y Estados Unidos.
Bueno, y me pregunto ¿en verdad el gobierno mexicano quiere que se apruebe la Reforma Energética?
Porque si se aprueba, México tendrá que enfrentar las sanciones económicas por parte de Estados Unidos y la violación al Tratado de Libre Comercio y claro, la salida de importante inversión; pero si no se aprueba, el argumento de las mañaneras será que la oposición se negó a avalar dicha Reforma y claro, el gobierno mexicano quedaría bien con los Estados Unidos.
El juego político está en marcha y para la aprobación de la Reforma Energética, necesariamente se necesitan los votos del PRI, porque los partidos aliados con MORENA no dan los suficientes votos.
Ya veremos.