La relatora especial explicó que los agricultores de África Occidental se han visto severamente afectados por la crisis. Muchos han abandonado sus granjas por miedo y esto ha interrumpido el flujo de producción alimenticia y ha provocado un alza en los precios. Cosechas básicas como el arroz y el maíz se verán reducidas debido a la falta de mano de obra. Todo esto puede tener efectos catastróficos sobre la seguridad alimentaria.
La agricultura es la principal actividad económica de África Occidental, donde más de dos tercios de la población dependen de ella. Elver señaló que el cierre de las fronteras, la reducción del comercio regional y una caída en la inversión extranjera han disminuido el poder adquisitivo de miles de familias ya vulnerables, lo que deja el país en una situación muy precaria.
Por eso, la relatora especial hizo un llamado a la comunidad internacional para que haga todo lo posible para mitigar la escasez de alimentos que ya existe en estos países.