Aunque el tema Covid aparece diariamente en los medios de comunicación (y, por lo visto, así sucederá durante un buen tiempo mientras no se aplique la vacuna que contrarreste la enfermedad), de cuando en vez, se presentan datos duros, digamos que cifras acumuladas a nivel nacional y a nivel mundial, que nos permiten medir la situación en que se encuentra nuestro país con respecto a otras naciones del planeta, para que así saquemos nuestras propias conclusiones, sugirió Jesús Tolentino Román Bojórquez, Presidente Municipal de Chimalhuacán.
Y detalla. En ese sentido, un primer dato terrible para los mexicanos es saber que hasta el (7 de septiembre) se contabilizaron más de 67 mil muertos; el número de fallecimientos, como ya es sabido, nos reafirma en el deshonroso TERCER LUGAR mundial, sólo después de Estados Unidos y de Brasil. Ya he dicho, y quiero recordarlo, que México ocupa el 10mo lugar en población de las 196 naciones que reconoce la ONU bajo esta denominación. También he dicho que un manejo, siquiera regular de la pandemia, o sea, siquiera normal, nos debiera colocar en el lugar 10mo, mismo sitio que ocupamos poblacionalmente en el mundo.
(Fotografía La Jornada)
Un segundo dato, también terrible, es que apenas ayer se reportaron, 6,319 casos positivos en 24 horas, siendo que la semana pasada ya habíamos descendido a menos de 5000 casos diarios. Hugo López Gatell y el propio presidente de la República, echaron las campanas a vuelo y ya hablaban de un claro descenso en los contagios, pero ¡oh sorpresa!, lamentablemente, vamos de nueva cuenta hacia arriba.
Pero es natural que esto suceda. ¿Por qué? Pues porque la pandemia, diga lo que quiera el gobierno federal, que desde el principio de la enfermedad quiso darnos una versión tranquilizadora, ANESTÉSICA, lo cierto es que el coronavirus está completamente fuera de control. Incluso, epidemiólogos prestigiados de México y del mundo, advirtieron hace unos 10 días que el descenso en el número de contagios en nuestro país no obedecía a un decremento real del Covid, sino a que se estaban aplicando menos PRUEBAS para detectar el mal, es decir, que el gobierno morenista estaba echando mano de un recurso artificial, de una trampa, pues, para engañar a la ciudadanía. ¡Y claro, si bajas el número de pruebas Covid, en automático disminuye los casos positivos detectados! Pero la mentira tarde o temprano se descubre.
(Fotografía Chicago Tribune)
Un tercer dato, también muy doloroso, que se reportó la semana pasada en Radio y T.V. del grupo Fórmula, en el programa de Eduardo Ruíz Healy, es que a nivel mundial existen 7052 médicos y enfermeras muertos, y, que, de esa cantidad, México ocupa el vergonzoso PRIMER LUGAR, (“Medalla de Oro”) por haber acumulado 1202 fallecimientos, que significa el 17% de muertes. Y la causa es clara: el gobierno obradorista nunca otorgó a los trabajadores de salud la cantidad y la calidad suficiente de insumos para evitar contagios y muertes (me refiero a caretas, cubrebocas, batas quirúrgicas, etc.) y, ahora se sabe porque se ha hecho del dominio público, que tampoco se les aplicó a los médicos, enfermeras, laboratoristas y camilleros, que son los más expuestos, suficientes pruebas Covid para garantizar su salud.
(imagen AS México)
Llevamos pues, dicho coloquialmente, una “medalla de oro y otra de bronce”, a nivel planetario por el desastroso manejo de la pandemia. Y todavía, nuestro presidente López Obrador en sus discursos, con ese tono irónico y burlón que lo caracterizan se atreve a decir que México es un ejemplo en el ORBE de cómo se ha manejado el Covid y que piensa ¡patentar la estrategia que aquí se ha seguido! ¡Qué vergüenza!, seguramente el señor Obrador piensa que, porque tuvo 30 millones de votos, pues mucha gente le creyó cuando sólo era candidato, ahora también le cree siendo gobernante, aunque su discurso esté completamente alejado de la realidad. Pero los hechos son más tercos que los discursos. Y el resultado está a la vista: somos primer lugar en el número muertos en el sector salud y el tercer lugar de fallecidos a nivel poblacional. Sólo un ciego, de la vista y de la mente, no percibe la presencia de un elefante en la sala de su casa.
Por supuesto que nada de esto mencionó en su segundo informe de gobierno el señor presidente. Prefiere, como siempre, ocultar impúdicamente los resultados que lo acusan como un gobierno incompetente y mentiroso. El señor cree que el pueblo de México es tonto e ignorante y que podrá, un día sí y otro también, engañarlo impunemente. Pero estoy completamente seguro de que esto no ocurrirá. Ciertamente, el pueblo es noble y paciente; también es cierto que no se puede enderezar el mal rumbo de un país de la noche a la mañana; que había que darle tiempo al gobierno morenista para que nos demostrara de qué está hecho. ¡Pero ya van dos años! ¡Ya consumieron una tercera parte del sexenio!
Y lo que es todavía peor: no sólo el manejo de la pandemia es un rotundo fracaso, sino que todos los demás indicadores importantes también están por los suelos: la economía está en caída libre, pues el producto Interno Bruto (PIB) cayó 18%en el último trimestre, no hay trabajo y los salarios no suben; la inseguridad crece alarmantemente día con día, de manera que este año 2020 terminará como un año más violento que el año 2019 y el 2019 contabilizó más crímenes que el año 2018. Ha fracasado la ocurrencia de AMLO de que la inseguridad se combatiría con “abrazos y no balazos” contra la delincuencia.
(Fotografía RI Oaxaca)
Y por si nos faltaran desgracias, el tema educativo nacional está en una severa crisis, debido a que no hay clases presenciales. Muchísimos alumnos ya no regresaron a clases, sobre todo en el nivel superior (alrededor de 630 mil). Y los padres de familia de los niños de preescolar, primaria y secundaria ya no hayan qué hacer con sus hijos, pues carecen de tiempo para atenderlos, carecen de celulares, tablets, televisiones y dinero para pagar el internet. Y el gobierno de Obrador cruzado de brazos. Nos da envidia, de la buena, saber que China ya inició clases presenciales, porque allá, por lo visto, sí hay un gobierno responsable que ya controló la pandemia.
En fin, un segundo informe del gobierno obradorista donde no sólo no hay nada qué celebrar, sino incluso, de palabras color de rosa, lleno de palabrería hueca, de verdades a medias y de mentiras absolutas, como eso que dijo AMLO de que ya cumplió 95 de los 100 compromisos que hizo en su campaña. ¿De veras nos cree tontos el señor presidente? ¡Humo y más humo a los ojos del pueblo!, que debe de despertar, y pronto, porque vienen nuevas elecciones dentro de 9 meses, y hay que evitar, como dice el dicho, “meter la pata en el mismo agujero”. ¡Manos a la obra!