Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando Claro”, de Radio Expresión México, que conduce Manuel Aparicio.
08 de marzo de 2024.
Como ya es sabido por la opinión pública, la Iglesia Católica ha hecho esfuerzos para lograr conseguir la paz en el estado de Guerrero y otros puntos de la república mexicana, donde el crimen organizado predomina; primero desde su apostolado como los hizo la Diócesis de Chilpancingo, donde el sacerdote Benito Cuenca realizó en la Catedral una misa a la que acudieron más de 500 católicos, en la que durante la homilía se hizo un llamado a los grupos criminales a mantener la paz.
Gracias a la intervención de los religiosos, los grupos criminales llamados Los Tlacos y La Familia Michoacana, acordaron una tregua en la disputa que sostienen por el control del estado de Guerrero, confirmó el sacerdote José Filiberto Velázquez.
Así como en Guerrero, en otras partes del país, los sacerdotes intervienen para que las bandas criminales acuerden y se evite un mayor derramamiento de sangre; cabe destacar que en esos acuerdos no intervienen los religiosos, su papel se circunscribe a reunir a los delincuentes para que ellos platiquen y acuerden.
Es claro que cuando un gobierno deja de hacer algo que le compete, alguien va a tomar ese lugar, un caso concreto es el del gobierno federal, que teniendo el privilegio legal del uso de las armas, no hizo lo conveniente para dar seguridad a los gobernados, por lo que ahora se tiene que padecer la inseguridad, producto de bandas que tomaron el lugar que el gobierno dejó vacante, donde los criminales utilizan las armas para provocar terror entre la población.
Esa indiferencia del gobierno federal y de varios estados de la república mexicana, es precisamente la que ha dado pauta a que la Iglesia católica esté participando de manera activa para buscar esa paz, que debió dar el gobierno a sus gobernados.
Ahora se dice que la Iglesia Católica participa políticamente en las campañas, esto porque Episcopado hizo un llamado a las candidatas y al candidato a la Presidencia de México, a que acudan a firmar el 11 de marzo un documento llamado “Compromisos en Favor de la Paz”; los obispos pretenden que las candidatas y el candidato coincidan a la misma hora y posen juntos para la foto, como una señal de civilidad política e incluso de reconciliación.
Respecto a lo anterior en el estado de Guerrero, el gobierno estatal, donde la gobernadora es una mujer llamada Evelyn Salgado, misma que se reúne a tomar café con líderes de la delincuencia organizada, ese su gobierno, califica de delincuentes a los obispos y sacerdotes, porque según dice que los curas se han reunido con criminales para pactar treguas, por lo que afirman que se podría proceder legalmente es su contra.
Si el gobierno deja de hacer sus deberes para con los gobernados, alguien toma ese lugar, para bien o para mal y lamentablemente hasta el momento es para mal, ya que se ha permitido que el crimen organizado predomine por sobre la ley y la justicia, que debería ser responsabilidad de los tres niveles de gobierno.
Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, la violencia que se vive en el país se trata de un asunto de publicistas por la temporada de elecciones. Sin embargo los candidatos asesinados son reales y no son precisamente publicidad por temporada electoral.
(Imagen principal El Economista)