Por: Nancy Grajeda
“Llevo 6 semanas sin poder salir a trabajar y ya no puedo llevar el sustento para mi familia, de verdad estamos viviendo una situación muy lamentable porque mis tres hijos necesitan alimentarse adecuadamente y las posibilidades se agotaron”, menciona Juan, un padre de familia que labora como albañil y vende dulces en los semáforos que habita la comunidad de Topilejo en la alcaldía Tlalpan.
Juan y su familia desde hace varias semanas se unieron al llamado que centenas de familias de toda la república mexicana le han hecho al gobierno federal para que apoye de manera eficaz con un programa nacional de distribución de alimentos a los más pobres de México, que están padeciendo los estragos por la pandemia de covid-19, que ha dejado a miles de mexicanos sin empleo y promete arrasar con millones más.
Sin embargo, los llamados han sido en vano porque el gobierno de la república, de extracción morenista, presidido por Andrés Manuel López, ha mostrado su verdadero rostro insensible y falto de sentimientos, porque a pesar de saber que los mexicanos están atravesando por una situación sumamente difícil donde se están perdiendo vidas por esta letal enfermedad a causa de la dejadez y por no impedir que se propagara el virus en todo el territorio mexicano, no está brindando apoyo y solo ha ignorado la suplicas de familias muy pobres que le ha solicitado alimentos para poder llevar un plato de comida a la boca de sus hijos.
En el rostro de Juan se observa la preocupación para sacar adelante a su familia y manifiesta que ya debe regresar a trabajar, a pesar de que la Ciudad de México es un foco rojo de infección donde han muerto cientos de capitalinos, Juan saldrá a trabajar pues no le queda otra alternativa porque el gobierno López Obrador ignora a quien realmente necesita ayuda y en contraparte favorece a los más ricos, a los pudientes que se han apoderado aceleradamente del país, y les otorga concesiones para que sigan explotando a los más pobres de México.
La cosas en México van de mal en peor y la esperanza de millones de mexicanos que dieron su “voto de castigo” a otros partidos hoy ese voto se ha vuelto en su contra y a más de un año de gobierno del actual gobierno morenista, la careta se les cayó desde el primer día y mostraron sus dientes rabiosos que reprimen a quienes exigen que cumplan con su deber de salvaguardar el bienestar de sus gobernados.
Hoy, a Juan y todas las familias que están padeciendo esta situación deben analizar bien los acontecimientos y saber entender la realidad. Nunca más deben volver a confiar en cantos de sirena que se muestran bella para engañar a los incautos para luego devorarlos.
La realidad se nos muestra cruel y de ella debemos aprender muchas enseñanzas para no volver a cometer los mismos errores y otorgar el poder a quien solo busca encumbrarse en él para después apoderarse de la riqueza nacional para gastarla a su antojo y solo seguir beneficiando a sus allegados. Esto no debe volver a pasarnos nunca, aprendamos la lección y actuemos en consecuencia. (Fotografía La Crónica de Hoy)