Al entregar Certificados a Responsables de Conducir los Procesos de Adquisición de Bienes, Arrendamientos y Contratación de Servicios, el Gobierno de la Ciudad de México, sienta la base fundamental en la gestión Pública, de honestidad y transparencia afirmó el Oficial Mayor, Edgar Armando González Rojas.
Dijo que “en materia de compras, hablar de ética pública es referir un nivel de responsabilidad mayor, porque en nuestras manos tenemos el ejercicio del gasto público”, quien acompañado del Director General del Instituto de Administración Pública, León Aceves Díaz de León y el Presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Manuel Granados Covarrubias, destacó que la transparencia y la licitación en las compras del GCDMX deben adquirirse.
Acción que puede ser revisada por la ciudadanía a través del Sistema de Licitación Pública Transparente (SICOM-CDMX), que fue creado en esta administración para ser observado y constatar las compras del Gobierno capitalino.
González Rojas agregó que “no es fácil tener un observador que cuide las manos de quien adquiere bien o de quien lo hace mal”, pero en la administración del Doctor Mancera, sostuvo, todos e hace con claridad y honestidad.
No obstante, aseguró en presencia también del titular de la unidad de asuntos jurídicos de la Auditoría Superior de la Federación, Víctor Manuel Andrade Martínez; y el contador Mayor de Hacienda de la ALDF, David Manuel Vega Vera, “ser servidor público hoy en día es la mayor de las misiones”.
En su oportunidad, Manuel Vega Vera, Contralor Mayor de Hacienda de la ALDF, aseguró que el Programa de Compra aterriza lo que ya se ha avanzado con el SICOM-CDMX, por lo que la certificación complementa y sella la iniciativa impulsada por el Jefe de Gobierno, proyecto que sería el primero de certificación en el país.
Por su parte el Diputado Manuel Granados consideró que este modelo será replicado por las entidades de la Federación pues marca un precedente en la administración pública.
Edgar Armando González Rojas, obtuvo reconocimiento como “comprador certificado”, lo que puso a prueba, dijo, no sólo los conocimientos técnicos y la filosofía de la compra, sino algo superior: “La ética pública”.