Comentario político del periodista Raymundo Medellín para el programa radiofónico “Hablando Claro”, de Radio expresión México, que conduce Manuel Aparicio.
11 de marzo de 2024.
Hace tiempo durante una campaña electoral le preguntaba a un amigo candidato, el efecto que tenían las encuestas en el votante, me contestó firmemente, tienen el efecto que nosotros queramos darle…
¿Cómo es eso? Volví a interrogar.
-Mira las encuestas responden al pago que hacemos, y si a la empresa encuestadora le pedimos que nos haga una encuesta, no necesitamos decirle que esa encuesta debe salir a nuestro favor, ellos para asegurar el pago y próximas encuestas pagadas por nosotros, irán a hacer la encuesta donde evidentemente están quienes simpatizan con nuestro partido, así nos entregan la preferencia de nuestra expresión política.
Sin embargo, me dijo mi amigo, que tratan de que la encuesta se haga por una empresa que tenga reconocimiento público, o sea prestigio, y que al hacer pública la encuesta, la gente que la recibe, el público que votaría en la elección, empieza a crearse en la mente un desencanto por la votación: dicen para qué voto, si además va a ganar tal o cual, o sea el que la empresa encuestadora mostró con mayor preferencia.
Efectivamente a las encuestas debemos verlas como lo que son, unos negocios que muestran un trabajo a modo de quien lo contrata, muchas de esas empresas encuestadoras ni siquiera hacen pública la mecánica que utilizan para realizar la encuesta, que se supone, realizan.
Los políticos, tanto los que gobiernan como los aspirantes a gobernar, deberían entender el cambio que se ha generado en el país, a raíz de la indiferencia que los que gobiernan han mostrado para con los principales problemas nacionales, como son las desapariciones, los feminicidios y en general, la inseguridad que se vive en muchos estados de la república mexicana.
La sociedad civil se ha manifestado, está haciendo valer su voz en las concentraciones masivas en el Zócalo de la Ciudad de México, y en varios estados de la república mexicana y esas concentraciones, seguramente se reflejarán en el voto que depositen en la elección que tendrá lugar el próximo 2 de junio de este año.
Estarán en juego más de 20 mil cargos públicos con un padrón electoral de más de cien millones de mexicanos; la Confederación Patronal de la República Mexicana, la Coparmex, despliega, como lo hace desde hace 30 años, el programa Participo, Voto y Exijo, enfocado en promover la participación ciudadana y asegurar elecciones libres, La Coparmex propone el “Acuerdo por un México con Desarrollo Inclusivo”, el cual plantea una agenda para construir un México que abrace a todos, que incluya a todos.
Los integrantes de esa organización patronal, tendrán diálogos ciudadanos con los candidatos a la Presidencia de la República, con los candidatos a los gobiernos locales, con los candidatos a los gobiernos municipales y al Poder Legislativo. Pero no solamente escucharán a los candidatos, sino que les preguntarán en qué se comprometen para lograr un mejor país desde donde les toque gobernar.
Son 20.7 millones de mujeres de edades que fluctúan entre los 20 y 64 años de edad, y al menos en las dos últimas elecciones son las que han acudido a depositar su voto, voto que será determinante en el cambio que requiere el país para un México para todos.
La manifestación del pasado sábado es un gran aviso apara los gobernantes que no han gobernado para todos, y que han dividido al país entre buenos y malos.
Las mujeres en su día, se manifestaron con la simple intención de decir su palabra, no son mujeres neoliberales, tampoco fueron llevadas al Zócalo en autobuses y no recibieron pago alguno, ni su frutsi, ni su torta.