· Manuel Camacho y Marcelo Ebrard, almas gemelas
· Andrés, enano del maquiavelismo
El ojo del avaro no se satisface con su suerte; la avaricia seca el alma
Eclesiástico, 14
Blas A. Buendía
Cuando vivía Manuel Camacho Solís, junto con su “carnal” Marcelo Luis Ebrard Casaubón se les consideró “almas gemelas” del pasado que fueron sorteando del mismo dolor, deparado en su viaje en la izquierda hasta llegar a la kakistocrática Cuarta Transformación —que no tiene nada que ver con las plataformas de los tradicionales partidos políticos PAN y PRI—, los constantes y vergonzosos errores de Andrés Manuel López Obrador le costarán la Presidencia de la República al Movimiento de Regeneración Nacional, hoy y por siempre, Degeneración Nacional.
El principal adversario de MORENA para la elección presidencial del 2 de junio del 2024, paradójicamente es el mismísimo Andrés Manuel López Obrador, quien al muy estilo de su gran maestro de Logia, Carlos Salinas de Gortari, le vino como “anillo al dedo” la aplicación de la venenosa frase salinista, “ni los oigo, ni los veo” ante los aprietos políticos, especialmente con sus adversarios a quienes les emplea un permanente discursos de odio, más aún a los sufridos damnificados del Puerto de Acapulco con el paso del huracán Otis.
Analistas políticos consideran que el famoso AMLO no la tiene muy fácil, toda vez que en realidad, el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) seguirá careciendo de la institucionalidad que tuvo en su momento el PRI, o del diálogo incluyente que hubo en el PAN.
La sociedad no solo mexicana, sino a nivel mundial, estiman que MORENA ni siquiera asemeja más a lo que fue el institucionalista PRD —que alguna vez el “rayito de la esperanza” lo presidió—, cuando fue un partido de cierto peso político.
Hoy en día, MORENA está saturado de tribus, de intrigas que lo distingue como un remedo mediático, en un cesto de serpientes mortíferas, que su único cohesionador y dominador es López Obrador, de quien se afirma, resultó ser un enano del maquiavelismo. Muestra de ello, el versículo Eclesiástico 14, sentencia: “El ojo del avaro no se satisface con su suerte; la avaricia seca el alma”.
En las fallas de Andrés, éste nunca se dejó gobernar entre sus pares de partido, sino que Manuel Camacho y Marcelo Ebrard quedaron frustrados por no ser seleccionados por el gran dedo, primero por el Presidente de la República en primer turno, y posteriormente, por el elector que es el que define democráticamente —a través del voto popular— a sus futuros gobernantes, según es lo que dicen…
Camacho y Ebrard, tienen mucho parecido. A Víctor Manuel, el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, le hizo creer que “él sería el ungido”.
Una semana antes del “destape” el primer mandatario orientó su decisión a favor del malogrado Luis Donaldo Colosio Murrieta, a quien —según las voces maldicientes–, lo mandaron asesinar desde la Casa Blanca por no ser afín a los intereses políticos, económicos, financieros y religiosos de Estados Unidos de Norteamérica.
Marcelo creyó que por con sus muchos méritos diplomáticos, el haberle cedido el lugar de candidato en el 2016 y estar siempre atento para subsanar las estupideces presidenciales, le asegurarían la Silla del Águila. Pero ¡no!
Fue traicionado una y muchas veces más, por un político tóxico que se hizo de la presidencia bajo engaños, dándole atole con el dedo a más de 30 millones de incautos que votaron por el fratricida confeso de Macuspana, Tabasco. Lo que se observa que es un pueblo que no lee, o que esté preocupado por tener un absoluto cambio. Todos componen una olla de grillos cobrizos baratos, ladrones, rastreros y asesinos.
En medio del desorden político que siempre ha caracterizado al perverso de Andrés Manuel, se inclinó a favor de su nuera Claudia Sheinbaum, por tener un nieto-heredero de uno de los hijos del presidente López Obrador. Ahora sí que el bebé incómodo de los López, no sabían dónde “esconderlo”, sino que lo enviaron al extranjero a estudiar.
López Obrador, de forma dispensada, señaló con su dedo a la madre de su primer nieto, para asegurar que ella en el futuro, eluda a sus eternos enemigos para enjuiciarlo por “el gran despilfarro maestro” que viene ejecutando desde que llegó a Palacio Nacional, ocasionando un irreversible déficit al erario público federal. Un crimen de lesa economía para una nación que arrastra pobreza y marginación.
Tanto Camacho como Casaubón, ambos ya se veían en la Residencia Oficial de Los Pinos; o en imitación del zafio tabasqueño, para ocupar el “modesto cuartucho” del Palacio Nacional.
El resultado fue en coincidencia, ambos aspirantes fracasados hicieron un sonoro berrinche cuando se enteraron de que el gran elector había orientado el dedo hacia otro rumbo, un rumbo que tiene faldas, un rumbo que no ofrece alternativas ni confianza, sino un destino incierto bajo el predominio del narco-poder, con una mujer manipulable por el actual Jefe del Ejecutivo, quien éste a su vez, se obedece a los tenebrosos intereses del narcotráfico.
Camacho Solís renunció a la regencia del entonces Distrito Federal, ocupó unos días la titularidad del Ministerio del Exterior, que en un oprobioso acto de oportunismo, se autonombró “Comisionado por la Paz” ante el “domesticado levantamiento” zapatista, en el precario estado de Chiapas.
La decepción de Camacho Solís fue tal que se aisló de todos, presa de una gran amargura que contagió a muchos. Sentimiento que lo acompañó hasta su muerte
En tanto que el güero Marcelo, resolvió calmar su rencor al viajar el viejo continente, con su bella esposa, que para ello, se deben de contar con suficientes recursos económicos para sustentar su estancia en París, Francia, por muchos años.
Puso tierra de por medio ante el desplome de la Línea 12 del Metro, la mal llamada Línea Dorada, construida en tiempo récord, a precios muy elevados —a la fecha no revelados—, pero con una pésima calidad de insumos y materiales de construcción para levantar la monumental estructura, que tiene una longitud de 23 Kilómetros, 722 metros.
La Línea 12 es la duodécima línea del Metro de la Ciudad de México y la segunda en emplear un sistema de rodadura férrea, alimentados por catenaria en dicho sistema de transporte subterráneo y superficial.
Sirve como medio de transporte público al sur y oriente de la Ciudad de México, recorriendo desde Mixcoac hasta Tláhuac. Tiene correspondencias en la estación Atlalilco con la Línea 8, en la estación Ermita con la Línea 2, en la estación Zapata de la Línea 3, en Mixcoac de la Línea 7, siendo ésta última una de las 20 estaciones que la integran. Traslada a más de 435 mil personas diariamente.
Con recursos gastados sin medida por su entonces socio y secretario de Finanzas, Mario Delgado, su tesorero de confianza y ahora —por instrucciones de López Obrador— su acérrimo crítico.
En el enclave político, Ebrard a quien le llaman “Marcelito”, anunció su retorno a la sufrida y mal gobernada República. Pero, ¿a que regresa el calificado “Chucky”?
A expresar su arrepentimiento por sus exabruptos, e incorporarse al partido Movimiento Ciudadano, propiedad del ex priista Dante Delgado y tal vez ser nominado candidato a la Presidencia. Es una de sus vertientes de última hora, so pena de seguir sufriendo los embates del zafio tabasqueño, con calumnias y denuncias.
Como una respuesta vengativa en el futuro inmediato, Marcelo tiene un as bajo la manga, toda vez que se estima que le recordará al Peje los millones de pesos que le entregó —como pago de un anunciado chantaje— para que despejara su plantón de la Plaza de la Constitución.
Se presume que el “embute sexenal” fue de poco más de 30 millones de pesos, mismos que se embolsó el “Rey del Cash”, dejar chiflando en la loma a sus seguidores que no ganaron económicamente y absolutamente nada, más que el repudio social y empresarial por la pérdida de millones de empleos.
En una rara acción futurista, sin embargo, si Marcelo muestra compunción, tal vez AMLO lo comisionaría para atender la emergencia del destruido Puerto de Acapulco, abatido por el huracán “Otis”.
O tal vez lo orientará para impulsar la candidatura de su nuera-corcholata Claudia Sheinbaum Pardo, que a pesar de los millones de pesos de protección que ha recibido del Peje, así como de toda la estructura del llamado Partido o Movimiento de Degeneración Nacional (MODENA), no ha logrado entusiasmar al pueblo bueno y sabio, porque éste de forma inteligente, está sumamente arrepentido.
Le tiene guardadito al gran traidor de México una apabullante sorpresa, conllevarlo primero al fracaso presidencial, y obviamente, convertirse en el primer ex presidente de México en la cárcel, por los delitos de genocidio que se tradujo en un gobierno fallido, pero muy útil para el crimen organizado.
O como estímulo, le dará como como premio de consolación, ocupar la coordinación del Grupo Parlamentario de MORENA en el Senado de la República, cosa que ese sería lo más viable como pago en una “cena de negros”.
Marcelo forzosamente tiene que dejar a un lado su arrogante soberbia con ejemplares impulsos de fifí, porque de nada sirve que tenga a un extenso equipo de comunicación, que ninguno de los boletines que le han preparado ha poseído el impacto nacional e internacional, tanto en la prensa tradicional escrita como en redes sociales, como debería de esperarse.
Su campaña de convencimiento no levanta a pesar de tener cinco jefes de prensa, entre ellos los comunicólogos Carlos Lomelí y Oscar Arguelles, viejos mañosos de la vieja guardia de la prensa nacional, al grado que han difundido el aplazamiento sobre la decisión de Marcelo referente a su futuro en el quehacer político.
Como se puede observar, señalan analistas en política, es muy difícil que Movimiento Ciudadano, aún con Marcelo Ebrard como candidato, pueda aspirar a ganar la Presidencia de la República.
De septiembre a la fecha, las encuestas no pintan un panorama halagüeño para Marcelo. El 13 de septiembre del 2023, la encuestadora Enkoll, en un trabajo publicado por el periódico El País y Grupo W Radio, Claudia Sheinbaum obtenía el 51% de las preferencias electorales contra el 33% de Xóchitl Gálvez Ruiz del opositor Frente Amplio por México. Marcelo Ebrard Casaubón, como potencial candidato de Movimiento Ciudadano, apenas sumaba el 16% de preferencias.
Se insiste dimitir a su militancia morenista, Marcelo podría haber ido muy lejos. Fuera del abrigo de Morena y sin el apoyo del presidente López Obrador, como candidato de Movimiento Ciudadano, sólo podría aspirar a ganarle el segundo lugar electoral a la coalición opositora PAN-PRI-PRD. Pero lejos, muy lejos de MORENA y sus aliados.
Las interrogantes, como siempre, quedan en el aire, es decir, ¿Ebrard estaría dispuesto a regresar, sumiso y avergonzado ante la cúpula de MORENA? ¿Renunciaría al Movimiento propiedad de AMLO?
Marcelito perdería mucho capital político si se aleja de la protección del Peje, de llegarse a incorporar al partido “satélite”, oportunista y explotador de Dante Delgado.
Para este domingo 19 de noviembre, se despejará la incógnita y se acabará el suspenso que tiene en vilo a toda la fauna humana del Movimiento de la Degeneración Nacional. Lo cierto que Marcelo sin el manto protector del tabasqueño se hará chiquito, a casi nada…
Marcelo aplazó la decisión sobre su futuro político. Aún espera la resolución al recurso que promovió jurídicamente ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de MORENA, lo que le obliga a tomarse unos días más, pero lo cierto, es que para el Presidente López Obrador, Marcelo Ebrard Casaubón es, también, un ser manipulable y desechable, a cambio de prebendas, a pesar de negro pasado.
Su carrera política ha abarcado múltiples cargos de relevancia tanto a nivel local como nacional, convirtiéndose en una figura influyente en la política mexicana. Ebrard estudió Relaciones Internacionales en el Colegio de México, donde obtuvo su licenciatura. Asimismo, cuenta con una especialidad en administración pública, en la ÉNA, École Nationale d’administration París, Francia.
Uno de los momentos más notables en su trayectoria política fue su afiliación al Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la década de 1990. Durante su tiempo como miembro del PRD, Ebrard ocupó varios cargos relevantes en la Ciudad de México, como el de secretario de Seguridad.
En 2006, se convirtió en el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, un puesto que mantuvo hasta 2012. Durante su mandato, implementó políticas progresistas en áreas como el transporte público, el medio ambiente y el desarrollo urbano, lo que le valió reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional
A pesar de ello, las fallas del dictador Andrés, a éste le podrían costar la Presidencia de la República y a los rijosos de MORENA, cegados por la avaricia sin límites.
Premio México de Periodismo Ricardo Flores Magón-2021