Ciudad de México.- Aquiles Córdova Morán, secretario general del antorchismo, presentó ante más de 10 mil personas reunidas en el Auditorio Nacional la conferencia “100 años de la Revolución Rusa”. Con claros argumentos y datos sostuvo que, hoy mas que nunca, los ideales de los revolucionarios rusos siguen vigentes porque la realidad ha demostrado que el capitalismo salvaje, sin ningún control social, lo único que ha hecho es generar desigualdad y pobreza en los países.
La Revolución Rusa, dijo el líder antorchista, no debe abordarse como si el objetivo fuera evocarla con nostalgia, sino con la convicción de que sus ideales y metas son más vigentes hoy que nunca; debemos verla no como un fracaso colosal, como quieren hacernos creer quienes la calumnian y agrandan sus errores, sino como un gran paso adelante dado por el pueblo ruso organizado, que en esta fase avanzó todo lo que la realidad económica y social le permitió, como ha ocurrido con todas las grandes transformaciones revolucionarias de la historia, ninguna de las cuales ha logrado sus metas finales en el primer intento, como lo demuestra, por ejemplo, la historia de la Revolución Francesa, que tuvo muchas vicisitudes antes de que la burguesía se convirtiera en clase triunfante sobre los poderes feudales. La Revolución que encabezó Lenin logró convertir a Rusia en un país justo, culto y con gran desarrollo económico, a pesar de las terribles y sangrientas agresiones orquestadas contra ella por los poderosos del mundo y a pesar de que el desarrollo capitalista de Rusia no se había completado suficientemente como para garantizar su viabilidad económica.
En este contexto, argumentó que las agresiones y la satanización de la Revolución Rusa y sus líderes, se debe al temor de los países imperialistas de que cundiera su ejemplo entre las clases pobres de otros países. La Guerra Fría empezó inmediatamente que Lenin y su partido tomaron el poder; desde 1917, prácticamente no hubo momento de tranquilidad para el pueblo ruso, pues sufrió invasiones que provocaron millones de muertos y campañas mundiales para desprestigiar su proceso revolucionario.
Córdova Morán, dirigente de la organización popular mas numerosa de México, con más de dos millones y medio de agremiados, hombre preparado y culto en temas de economía, política y filosofía hizo un recorrido por la historia de Rusia, las condiciones económicas, políticas y sociales que llevaron al pueblo ruso a participar en la revolución, encabezado por Lenin, e iniciar ahí el primer intento de aplicar el socialismo en un país.
Sostuvo que, a cien años de la Revolución Rusa, iniciada el 7 de noviembre de 1917, sus ideales de justicia y progreso siguen vivos y son un ejemplo para todos los que luchan por una sociedad donde desaparezca la pobreza, tal y como lo hace el Movimiento Antorchista desde hace 43 años, al organizar a los pobres de México y buscar el poder político por la vía democrática para beneficiar a las mayorías mediante la aplicación de un plan básico de cuatro ejes: trabajo para todos, elevación de los salarios, que paguen más impuestos los que mas ingresos perciben, y que el gobierno gaste más en los que menos tienen, lo cual es perfectamente posible sin una revolución sangrienta, sino simplemente aplicando la ley que nos rige. “Antorcha dice la verdad, nos proponemos un cambio en México, y lo que planteamos es absolutamente viable y necesario, y este centenario de la revolución de Lenin es una gran escuela para nosotros. Que en México sea el pueblo organizado quien gobierne”, puntualizó.
Por su parte, la dirigente del antorchismo en la Ciudad de México, Gloria Brito Nájera, mencionó que las enseñanzas de la Revolución Rusa deben aplicarse en el país, sobre todo cuando la pobreza afecta cada vez más a millones de mexicanos y no se ve una solución a este mal social; la respuesta, dijo, está en la organización del pueblo, de las clases trabajadoras, como lo ha puesto en práctica el Movimiento Antorchista desde sus inicios.
Hasta el Auditorio Nacional acudieron antorchistas de todo el país, presidentes municipales y diputados federales e invitados especiales, quienes apreciaron un programa cultural con poesía, coro, cantos y bailes de Rusia, a cargo de los grupos culturales del antorchismo.