BALÓN CUADRADO
Jesús Yáñez Orozco
Ciudad de México.– Después de cada combate de Saúl Álvarez, las críticas son parte de la rutina. Más cuando un púgil es «inflado» por la poderosa industria boxística. Porque importa más el negocio que el espectáculo que brindan estos gladiadores. Esta vez fue por el decepcionante desempeño del rival, el turco Avni Yildirim –quien tenía dos años sin pelear–, retador oficial al título supermedio del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
«El contraste entre la estrella mexicana y su adversario fue abrumador y sólo duró tres episodios ante la superioridad inocultable», elogia hoy el diario La Jornada en su página deportiva. La pelea, realizada en Miami, fue abucheada por los 15 mil asistentes.
“Asumo toda la responsabilidad por el retador. Era el que ordenaba el reglamento y esperábamos más de su desempeño”, admite el presidente del CMB, Mauricio Sulaimán Saldívar –dinastía que extiende 46 años al frente de ese organismo boxístico, cargo que heredó de Don José, su padre, en 2014–.
Explicó que queda la tarea de revisar la regla para que los retadores oficiales “estén a la altura del nivel que exigen los combates” como el del sábado.
Yildirim –quien fungió de sparring del Canelo, previo al primer combate contra Gennady Golovkin — ganó el derecho a disputar el campeonato tras un sinuoso recorrido que se remonta a un par de años atrás.
Una decisión polémica y la solicitud de una revancha lo condujo por vericuetos del azar, que incluyen la pausa de actividades en el mundo por la pandemia, hasta convertirse en el retador por derecho al título que hoy defiende Canelo.
Yildirim incluso concedió tiempo al tapatío para que pudiera realizar una pelea el año pasado, con la certeza de que este 2021 ejercería su derecho como retador oficial.
“Lo que está vez sucedió es que seguimos el reglamento al pie de la letra. Avni Yildirim era el retador oficial y estaba en cumplimiento de su derecho y lo protege la ley”, advierte.
Reconoce que el CMB necesita “darle una revisada a esa regla, hacer cambios para tener la facultad de tomar decisiones y no estar atados legalmente. Porque un retador oficial está protegido por la ley”.
Es, según Sulaimán Saldívar, “una regla maravillosa para que el boxeador con derecho a un título pueda disputarlo, pero debemos encontrar mecanismos para garantizar que estén a la altura”.
Las reacciones fueron inclementes contra Canelo, a quien le reclaman no enfrentar rivales que representen verdaderos retos. Las redes sociales se cebaron ácidas con el peleador mexicano. Porque, curiosamente, la mayoría de sus rivales son, literal, «bultos».
“Entiendo el reclamo de quienes exigen guerras en las peleas del Canelo”, concede, pero no es culpa de Álvarez.
Argumenta –con empalago verbal, como lo hacía el papá- para proteger la mejor joya del CMB sobre el ring en este momento:
“Estuvo impecable con golpes precisos y sin falla alguna (sic). Yildirim tuvo la mala fortuna de tener enfrente al mejor del mundo (sic). Hasta el momento no ha habido contrincantes que le exijan a Saúl (sic). Porque ha sabido dar peleas espectaculares (sic)”.
Lo que también debe rescatarse, considera, es que el mexicano conquistó Latinoamérica desde Miami, una sede a la que volvió el boxeo.
“En la historia del pugilismo hay demasiados episodios en los que una estrella esperaba una pelea difícil y terminaron en un round o no cumplieron las expectativas”, concluye.